Este vino goza de un sabor muy dulce y se elabora con una uva que lleva el mismo nombre, a pesar de que se desconoce la procedencia exacta de esta cepa
Una de las mejores experiencias que disfrutamos a lo largo de nuestra vida es la de comer. Apelando al refranero popular"barriguita llena, corazón contento", no hay nada como degustar de un plato sabroso que nos deje felices. Muchas recetas llevan en su nombre la denominación "Pedro Ximénez" y es común leer que un alimento está hecho "al Pedro Ximénez" o que algún plato tiene "una reducción al Pedro Ximénez". Sin lugar a dudas, cualquier comida que lleve esta denominación estará muy rica. Pero, ¿a qué hace referencia este término?
Botella de Pedro Ximénez / Foto de la pagina web de vinos de Jérez
El Pedro Ximénez es un tipo de vino proveniente de una uva que tiene el mismo nombre, con la Denominación de Origen Montilla-Moriles, en la provincia de Córdoba. Este tipo de uva blanca es usada para elaborar este vino, que tiene un sabor muy dulce. Se elabora mediante un proceso tradicional de "asoleo", es decir, dejar que madure mediante su exposición al sol, hasta que se consigue el punto de pasificación óptimo del fruto. Después se lleva a cabo un prensado, con lo que se consigue un mosto alto contenido de azúcares, todo ello mediante la utilización de técnicas naturales, y una alta graduación de alcohol (14,5º).
La calidad de este tipo de vino y, sobre todo, su sabor le hacen perfecto en salsas para acompañar a todo tipo de carnes y en postres. Se pueden hacer guisos, podemos añadir algún "chorrito" a la receta que estemos elaborando o directamente realizar una "reducción al Pedro Ximénez" una salsa muy sabrosa que pega muy bien a cualquier tipo de carnes. También se puede añadir una cuchara a algunos postres que le da un gran sabor. Algunas ejemplo de recetas muy sabrosas llevan este tipo de vinos son el solomillo al Pedro Ximénez, el rabo de toro guisado al Pedro Ximénez, la crema de calabaza al Pedro Ximénez y como postre, una tarta de tiramisú al Pedro Ximénez.
La calidad del vino Pedro Ximénez se percibe en su aroma y en su sabor.En la nariz, se percibe un olor muy rico a frutos secos como las pasas, higos y dátiles, además de un tono que huele a miel y a arrope. En la boca, tiene un sabor muy suave, dulzón, delicado y untuoso, además de la cálida sensación que le da la graduación de alcohol.
El debate sobre la aparición de esta uva
Cabe destacar que existe un debate acerca del nombre de este vino, algo curioso por la fama que tiene. Existen diferentes teorías sobre el nombre que esta bebida acuña. Así lo refleja la página web oficial de esta bodega de vinos aunque la propia web habla de que la versión más divulgada (no, por tanto, la oficial, algo que ni ellos mismos aseguran de manera rotunda) es que el nombre "Pedro Ximénez" proviene de un soldado alemán llamado Peter Siemens, que trajo unas cepas de este tipo de uva en su zurrón procedentes de Flandes, allá por el siglo XVI, más concretamente del Valle del Rin, que, a su vez, provenían de Madeira, hasta donde habían llegado tras iniciar su recorrido en Grecia.
También, la web recoge otra de las teorías que se refiere a que el nombre "Pedro Ximénez", en su traducción al árabe, significa "gota dorada". Parece ser que esta uva ya era conocida en el siglo VII pero existen escritos del siglo XV que afirman de la existencia de esta uva en la zona cordobesa de Moriles, Aguilar y Montilla. Lo que sí es cierto es que a partir del siglo XVI, esta uva comenzó a extenderse por la provincia de Córdoba, desplazando a otras cepas debido a su calidad. En cualquier caso, la excelente calidad de este vino es innegable, un gusto al olor y al gusto saborear este vino
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