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En la investigación, aquellas personas que consumieron té a una temperatura alta, presentaron un 90% más de riesgo de padecer esta patología frente a los que lo tomaban a temperaturas más bajas. El estudio se ha llevado a cabo en Irán, concretamente en la Universidad de Teherán, y se ha involucrado a un total de 50.000 personas. Se ha publicado en el International Journal of Cancer, y es el primero que indica la temperatura específica a partir de la cual comienza a ser peligroso. La publicación recuerda que el cáncer de esófago es el octavo cáncer más común en el mundo y acaba con la vida de más de 400.000 personas cada año, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Los participantes en el estudio tenían edades comprendidas entre los 40 y los 75 años y la investigación se prolongó durante 10 años. Entre 2004 y 2017, los investigadores detectaron 317 nuevos casos de cáncer de esófago. Según los expertos, el aumento del riesgo de padecer la enfermedad tiene que ver con la temperatura y no con el tipo de bebida, por lo que aunque en el estudio se empleó el té mayoritariamente, los resultados se pueden aplicar a otras bebidas como el café.
El aumento del riesgo de padecer la enfermedad tiene que ver con la temperatura y no con el tipo de bebida
Al parecer, el calor puede provocar quemaduras y alteraciones en las células del esófago, esas mutaciones tienen una mayor probabilidad de que aumente la incidencia del cáncer, aunque los científicos se muestran aún cautos y aseguran que debe pasar más tiempo y realizarse más investigaciones antes de que se conozcan las causas de una manera más exhaustiva.
En Europa, al igual que en Estados Unidos, no se suele tomar el té tan caliente, pero en otros países como Rusia, Irán, Turquía y América del Sur, es mucho más común beberlo a la temperatura que indica el estudio o incluso más caliente todavía.
Los expertos señalan en el trabajo la relación que existe entre la exposición al calor de nuestras células y el aumento de la incidencia del cáncer. Otro ejemplo además del de las bebidas, es el de la exposición prolongada al sol sin protección. Por lo tanto, esta es una vía que deberá seguir explorando la ciencia en su lucha contra la prevención de la enfermedad.
Lo cierto es que no es la primera vez que se aborda esta cuestión en un estudio. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ya incluyó hace años el consumo de bebidas muy calientes en la lista de los alimentos “probablemente cancerígenos para los seres humanos” después de que se publicase una revisión a través de un panel de expertos a nivel mundial que certificó esta cuestión analizando el consumo de té, café y otras hierbas como el mate, muy típico de Sudamérica.
Por lo tanto, y para evitar riesgos innecesarios, queda claro que todos aquellos consumidores habituales de té, café e infusiones, deben consumir estas bebidas a unas temperaturas menores de 50º. Un consejo a tener en cuenta para que las cifras del cáncer en Catalunya se estabilicen en la medida de lo posible.
Fuente: El Nacional
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