Ligero, saludable y muy fotogénico, así se presenta el Pink Latte, el café rosa que ha triunfado en Instagram entre los millenials. ¡Ah!, ¿qué tú no eres de esa generación? ¡No pasa nada! vas a sucumbir igualmente a los encantos de esta bebida colorista y refrescante, sin azúcar y llena de propiedades.
No en vano su principal ingrediente, la remolacha, es ligera, diurética y rica en hierro, vitaminas y antioxidantes, lo que ha hecho que la moda de esta bebida se haya extendido por todos los rincones del mundo. Seguro que existen unos cuantos sitios en tu ciudad donde puedas disfrutarlo, pero hoy te traemos la receta para que cuando te apetezca lo puedas prepara de forma muy sencilla en tu casa.
Ingredientes: (Para 1 personas)
Cómo hacer Pink latte
Dificultad: Fácil
Tiempo total15 m
Elaboración10 m
Cocción5 m
Si no tienes zumo de remolacha envasado comenzaremos preparandolo casero. Para eso necesitarás dos remolachas grandes y 60 ml de agua mineral. Recortamos los extremos de la hortaliza con un cuchillo de sierra. Limpiamos las remolachas con agua fría. Usaremos un cepillo para vegetales para restregar la suciedad que no se pueda raspar con los dedos.
La piel de remolacha contiene muchos nutrientes, por lo que si es relativamente delgada, podemos limpiarla y dejarla intacta para el zumo. Si no es así, pues aparece muy dura o sucia, podemos pelar la remolacha con un pelador de verduras o un cuchillo de pelar antes de seguir.
En el vaso de una batidora o robot de cocina con cuchillas, añadimos la remolacha y el agua. Trituramos todo bien. Conservamos en nevera hasta su uso. Nos durará dos días en nevera, aunque lo idela es consumirlo inmediatamente para aprovechar al máximo todas sus propiedades.
Una vez obtenido el zumo, en una cacito mediano, caliente 200 mililitros de leche con sirope de ágave, extracto de vainilla, canela a fuego medio hasta que comience a hervir. Combine la mezcla de leche tibia y el zumo de remolacha y lo vertemos en nuestra taza de café favorita. Reservar el otro poco de leche para espumar.
Usar un espumador para darle volumen al resto de la leche hasta que se vuelva espumosa y luego la colocaremos sobre el Pink Latte. Servir rápidamente.
Tiempo total15 m
Elaboración10 m
Cocción5 m
Si no tienes zumo de remolacha envasado comenzaremos preparandolo casero. Para eso necesitarás dos remolachas grandes y 60 ml de agua mineral. Recortamos los extremos de la hortaliza con un cuchillo de sierra. Limpiamos las remolachas con agua fría. Usaremos un cepillo para vegetales para restregar la suciedad que no se pueda raspar con los dedos.
La piel de remolacha contiene muchos nutrientes, por lo que si es relativamente delgada, podemos limpiarla y dejarla intacta para el zumo. Si no es así, pues aparece muy dura o sucia, podemos pelar la remolacha con un pelador de verduras o un cuchillo de pelar antes de seguir.
En el vaso de una batidora o robot de cocina con cuchillas, añadimos la remolacha y el agua. Trituramos todo bien. Conservamos en nevera hasta su uso. Nos durará dos días en nevera, aunque lo idela es consumirlo inmediatamente para aprovechar al máximo todas sus propiedades.
Una vez obtenido el zumo, en una cacito mediano, caliente 200 mililitros de leche con sirope de ágave, extracto de vainilla, canela a fuego medio hasta que comience a hervir. Combine la mezcla de leche tibia y el zumo de remolacha y lo vertemos en nuestra taza de café favorita. Reservar el otro poco de leche para espumar.
Usar un espumador para darle volumen al resto de la leche hasta que se vuelva espumosa y luego la colocaremos sobre el Pink Latte. Servir rápidamente.
Con qué acompañar el Pink Latte
Podemos acompañar nuestro Pink Latte con un extra de canela molida justo antes de servirlo. también añadirle un toque de jengibre a la preparación o incluso sustituir parte de la leche por un poco de café expreso.
ESTHER CLEMENTE
Fuente: Directo al Paladar
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