INGREDIENTES:
- 1 lata de leche condensada.
- 5 huevos.
- 5 cucharadas de azúcar (para el caramelo).
- 1 chorrito de ron o licor.
- Leche, en la misma medida de la lata de leche condensada.
- Esencia de Vainilla, cantidad suficiente.
PREPARACIÓN:
En un recipiente metálico (que puede ser desde una lata de metal, tipo las de galletas danesas, hasta una “quesillera” si dispones de ella a mano), agrega ¼ de taza de agua y las 5 cucharadas de agua para preparar el caramelo. Mueve constantemente evitando que se queme la mezcla y hasta conseguir un color dorado.
Con el caramelo todavía caliente, espárcelo por todo el molde y luego déjalo que se enfríe.
Coloca en una licuadora: los huevos, la leche condensada y la leche. Licua hasta obtener una mezcla homogénea (por espacio aproximado de 3 minutos). Añade al final un poquito de vainilla y otro de ron.
Incorpora esta mezcla al recipiente metálico y calienta a baño de maría por 1 hora y 15 minutos. Pasado el tiempo e igual que si fuera una torta, introduce un palillo. Si sale limpio, tu quesillo ya estará listo.
Mételo al refrigerador por 5 horas, desmolda, sirve y disfruta.
Fuente: El Siglo
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