Su suave sabor los convierte en un aderezo delicioso
Además de una delicia gastronómica, el ajo es un súper alimento cargado de propiedades. Apenas calórico, se trata de uno de los vegetales que más beneficios nos aporta. Para muchos es un antibiótico natural capaz de combatir infecciones y diversos estudios han relacionado su consumo con una menor incidencia de algunos tipos de cáncer, como el de estómago, colon o mama, por lo que es una buena idea incluírlo en tu dieta diaria.
La única pega, además de su fuerte olor, es que puede llegar a repetir si tu estómago es delicado. La receta del ajo confitado es ideal porque mitiga su acidez. El resultado es un ajo mucho más suave que se casi se deshace, no tan fuerte como en crudo, ideal para usar en los desayunos si te gusta añadirlo a tu tostada. Te contamos cómo prepararlo.
Cómo preparar ajos confitados: la receta
Según la RAE, confitar es “cocinar algo en aceite, a fuego lento”. Esta técnica de cocción a baja temperatura se ha puesto de moda en las cocinas de los restaurantes de vanguardia, pero es tan sencilla que puedes recrearla en tu casa sin problema.
Para preparar ajos confitados solo necesitas varias cabezas de ajos (nuevos, que no estén viejos ni tengan brotes) y aceite suficiente para cubrirlos. Emplea siempre el mejor aceite de oliva virgen que puedas, porque el aceite sobrante lo puedes emplear después para ensaladas, guisos, sofritos o para condimentar tus tostadas.
De cara a elaborarlos, puedes hacerlo al horno, en una fuente resistente, durante una hora a 150º. Si prefieres hacerlo en el fuego, colócalos en un cazo con el aceite a fuego lento, que no llegue a hervir. Al cabo de unos 40 minutos estarán listos.
Si tienes un robot de cocina como la popular Thermomix (@ThermomixESP), preparar ajos confitados con ella es de lo más sencillo: solo tienes que programarlos a temperatura varoma, giro a la izquierda y velocidad cuchara durante 25 o 30 minutos.
Cómo conservar los ajos confitados
Cuando estén listos, consérvalos en un bote cerrado cubiertos con su aceite, alejados de la luz directa. El confitado es un excelente método de conservación. Con el mismo procedimiento puedes preparar tomates, zanahoria o cualquier otra hortaliza que se te ocurra. El resultado es igual de delicioso.
RUTH MACARRÓN
Fuente: 65 y Más
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