Durante la Guerra Civil y los años de posguerra la escasez de alimentos hizo que se buscaran alternativas a algunos consumidos tradicionalmente. Uno de ellos fue el café, sustituido por un sucedáneo llamado achicoria cuyo consumo actualmente se está poniendo de moda.
¿De dónde se obtiene la achicoria?
En tiempos de necesidad y dada la dificultad para conseguir café, un caro producto de exportación, la población española empezó a consumir “café de achicoria, un subproducto que era extraído de la planta de la escarola.
Estamos acostumbrados a utilizar las hojas de esta planta en las ensaladas, que le dan un toque amargo al plato, pero para preparar las infusiones se utiliza la raíz triturada. El color y el sabor de una de estas infusiones es muy parecido al del café tradicional.
Beneficios del “café de achicoria”
Antes de empezar a hablar de los beneficios, hay que aclarar que en ningún momento se ha demostrado que su consumo tenga efectos contraindicados para la salud de las personas, convirtiéndose en un sustituto natural del café tradicional.
El primer beneficio de este tipo de café es la ausencia de cafeína. Esta sustancia que para algunas personas es indispensable, para otras puede resultar peligrosa. Y es que un exceso en el consumo de cafeína puede producir malestar general, pérdida de sueño, taquicardia, ansiedad, temblores o estados de ánimo irritables.
Pero además de la carencia de cafeína, las infusiones de achicoria también presentan otra serie de beneficios a nivel biológico y nutricional. De hecho el consumo de “café de achicoria” ayuda a la proliferación de bacterias beneficiosas para el intestino, dado que posee un compuesto de fibras prebióticas llamado inulina.
Por otra parte, es una interesante fuente de minerales como potasio, fósforo o calcio, así como de vitaminas, especialmente aquellas del grupo B.
Cómo preparar el “café de achicoria”
Para preparar una infusión de achicoria debemos conseguir la raíz de esta planta y para ello existen dos opciones. Una es comprarla en un supermercado y otra es recolectarla tú mismo.
Cómo hemos comentado anteriormente la achicoria se obtiene de la escarola, una planta de color morado y pétalos ondulados que crece en terrenos baldíos. Una vez tengas las raíces debes dejarlas secar al sol sobre una toalla.
Hay que recordar que la achicoria florece entre junio y octubre, aunque las mejores épocas para recolectar su raíz es otoño y primavera.
Una vez que la raíz está completamente seca deberemoshacer trozos de aproximadamente 2,5 centímetros, lo que permitirá que su tueste sea rápido sin llegar a quemarse. Para tostar la achicoria deberás poner los trozos de raíz en una bandeja de horno y dejarlas a 175ºC hasta que cojan un color marrón dorado y emitan un aroma intenso y parecido al del café.
Con la achicoria ya tostada podemos optar por prepararla de dos maneras. Una consiste en mezclarla con café y otra es preparar una infusión únicamente de este producto.
Mezclar con café
Para mezclar la achicoria con café tradicional, en la proporción que más nos guste, primero debemos moler la raíz tostada hasta que quede un polvo muy fino. Para ello podemos utilizar un molinillo de granos de café o hacerlo a mano con un mortero.
Una vez conseguida la mezcla tan solo nos queda preparar la infusión. Para ello seguiremos los mismos pasos que normalmente realizamos para elaborar un café tradicional, utilizando para ello una cafetera italiana normal, una cafetera de goteo o hirviendo el agua con el polvo mezclado.
Natural sin mezcla
Si optamos por abandonar el consumo de café tradicional, el “café de achicoria” es un buen sustituto descafeinado. La mejor forma de prepararlo es hirviendo una taza de agua con dos cucharadas de raíz de achicoria tostada y picada durante 10 ó 15 minutos. Después deberemos colar la infusión.
Otra alternativa, quizás más ajustada al ritmo de vida actual, es preparar la infusión de achicoria como si de un café normal se tratara. Pon el agua a hervir en tu cafetera, coloca el polvo de achicoria en el filtro y déjalo cocer.
Para disfrutar de un “café de achicoria” natural y matar su ligera acidez de su sabor podemos utilizar miel o cualquier otro edulcorante. Además, también podremos añadirle leche para conseguir un desayuno más completo.
Fuente: blog.terranea.es
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