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Contar con un café recién molido y preparado es un lujo que normalmente requiere acercarse a una cafetería tradicional. Pero un nuevo modelo de negocio de cafetería automatizada puede acercarlo a cualquier localización, ya sea una empresa, un centro social o incluso una iglesia.
Contar con un café de calidad no siempre es sencillo. Aún más si se tienen en cuenta las nuevas tendencias en el consumo de café, que cada vez buscan una experiencia más especializada y de calidad. Con esta idea en mente, el emprendedor norteamericano Jeff Osburn ha diseñado un modelo de negocio que puede marcar un cambio importante en la industria del café. Desde su empresa, Canopy Point Coffee, este empresario ha creado un modelo de cafetería automatizada en el que todo el proceso, desde la molienda al preparado del café, sucede en el momento en que el cliente inicia el proceso de compra.
Para Osburn, que ha desarrollado su empresa en Texas (EE. UU.), ha sido un camino largo, de seis años, en el que ha ido investigando y perfeccionando un modelo con el que ahora está satisfecho. Su sistema cuenta con una pantalla en la que el usuario puede seleccionar una experiencia personalizada. Puede elegir el tipo de molienda del grano, así como la presión con la que quiere servirlo y también utiliza leche fresca o bebidas vegetales. Por último, permite también vender el producto con hielo. Y por supuesto tiene una interfaz para realizar los pagos de manera sencilla con tarjeta de crédito. El aparato permite servir hasta 15 tipos diferentes de bebidas, incluyendo café americano, expreso, lattes y mocas.
Modelo de negocio
Por el momento, la empresa ha iniciado la distribución de sus máquinas en Estados Unidos. Su intención es centrarse en servicios de comida, micromarkets, hospitales, empresas y otros lugares con alto tráfico de personal. Canopy se hace cargo sin costes tanto de la instalación de la maquina como de su mantenimiento. Una de sus localizaciones de prueba más exitosas ha resultado ser una iglesia, según han explicado desde la compañía.
La maquina realiza ciclos de limpieza y esterilización automáticamente y puede servir de 100 a 150 servicios de café diarios sin necesidad de recargar ingredientes. La empresa recarga las estaciones semanalmente. Las empresas que acogen el equipamiento pueden además llevarse una parte de los beneficios de la venta de café. El precio de las bebidas oscila entre los 1,75 y los 3,75 dólares. Eso sí, diez céntimos de cada bebida se destinan a causas sociales.
Para aumentar la calidad del servicio, también han implementado un sistema que permite a los usuarios recibir una devolución de su dinero si han tenido problemas con el uso de la máquina. En este caso reciben un código en su teléfono móvil para obtener otra bebida gratis en un plazo de solo 15 minutos como máximo.
El café utilizado por la máquina se importa desde una cooperativa en Centroamérica, Javaillance y se tuesta en otra compañía norteamericana, Javataza.
Fuente: Hostel Vending
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