Una nueva técnica de ‘cake design’ se convierte en la más óptima para realizar tortas personalizadas con detalles claros y nítidos de rostros de personas, figuras geométricas, animales, flores, paisajes, entre otros diseños que no se pueden lograr utilizando crema o fondant.
Delsy Ganchozo trabaja con papel comestible en su taller. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Se trata de impresiones sobre papel comestible. La máquina que se utiliza para lograr la decoración es una impresora común, cuyo destino sea únicamente para realizar esta técnica, es decir, a sus cartuchos nuevos se los rellena de tinta vegetal.
En cuanto al papel comestible, existen dos tipos: de arroz y de azúcar. Ambos se presentan en finas láminas de formato A4, que van desde los 0,5 hasta los 0,10 milímetros de grosor.
El sabor del papel de arroz es muy similar al de una hostia o al de una oblea. Es una lámina deshidratada hecha de harina de arroz, almidón y agua.
Por otra parte, el papel de azúcar tiene un sabor similar al fondant. Se compone por azúcar micropulverizado, su color es más blanco, su textura más firme y su aroma es dulce.
Con ambos materiales también se puede otorgar texturas que sobresalgan, como flores.
La tinta que se utiliza para la impresión de los diseños es completamente vegetal. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Para la diseñadora de pasteles de Dunamay Fábrica de postres, Delsy Ganchozo, la técnica de pegado más segura es sobre fondant humedecido con agua. Esto dará un efecto gomoso y hará que el papel se fije mejor en el pastel.
Una vez seco, hay que mantenerlo a temperatura fresca ya que con el calor, el papel puede derretirse, arrugarse y los colores pueden distorsionarse.
Otra opción que la diseñadora sugiere es imprimir el papel de un solo color y, con mucho cuidado, realizar flores o figuras que le otorguen relieve y elegancia a la torta. Se puede añadir ‘toppings’ y pintura comestible para los acabados.
Fijarlo con cualquier tipo de jalea sobre un mousse es lo que sugiere el jefe de pastelería de Tanda, Marco Molina. Para él, forrar un pastel con un tipo papel tapiz es algo por lo que los comensales apuestan, debido al efecto visual que logra.
El interior del pastel puede ser de masa, bizcocho, mousse y cualquier mezcla firme, para que el papel se incorpore a su relleno. Para fijarlo se utilizan mieles, jaleas y cremas.
Una vez seco, no se recomienda colocar sustancias líquidas ni calientes.
Esta técnica de decoración nació, según el pastelero, con el fin de conmemorar a los festejados, imprimiendo su rostro en el pastel, sin embargo, con el tiempo se renueva de acuerdo a la imaginación.
Fuente: El Comercio
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