El dato se desprende de una investigación que fue realizada con el objetivo de concientizar a los consumidores acerca del alto contenido calórico que tienen algunos alimentos.
Cuatro horas seguidas de caminata: eso es lo que tendría que caminar un adulto promedio para quemar la cantidad de calorías que contiene sólo una porción de pizza. La cifra se desprende de una investigación que se llevó adelante para comparar el número de calorías que proporciona cada alimento con la cantidad de actividad física que debería hacer una persona para eliminarlas, con el objetivo de que esto ayude a los consumidores a tomar conciencia de lo que ingieren.
El estudio estableció que las personas informadas sobre la cantidad de calorías que tiene cada alimento y el tiempo para bajarlas, redujeron su ingesta.
El estudio estableció que las personas informadas sobre la cantidad de calorías que tiene cada alimento y el tiempo para bajarlas, redujeron su ingesta.
El mismo estudio estableció que para quemar las calorías de una bolsa de papas fritas, se tendría que caminar 31 minutos o correr 16 minutos, y para las de una lata de gaseosa habría que correr 13 minutos o caminar 26 minutos.
Para perder las calorías de una bolsa de papas fritas sería necesario caminar más de media hora.Luego de realizar 15 investigaciones para comprobar dicha teoría, se concluyó que un etiquetado PACE, en el que se muestre cuánto tiempo habría que correr o caminar para quemar las calorías de un alimento, efectivamente reduce el consumo calórico diario.
Para comprobar la efectividad del experimento, se compararon los productos cuyas etiquetas indican la cantidad de calorías y el tiempo que llevaría quemarlas, con el etiquetado común. Los resultados arrojaron que el etiquetado que mostraba la información de la cantidad de horas de ejercicio que se necesitaría para bajar un alimento, produjeron en las personas una reducción de 200 calorías diarias.
"La evidencia indica que incluso una pequeña disminución en la ingesta de calorías y aumento en la actividad física sostenida, probablemente serían beneficiosas para la salud”, resulta la investigación.
Además se busca fomentar el hacer ejercicio ya que al dejar en claro cuánto afectan las calorías al cuerpo, las personas serían más conscientes del daño y recurrirían a distintas medidas para eliminarlas. “Se trata de educar al público de que cuando consume alimentos hay un costo energético, así pueden pensar: ¿Quiero pasar dos horas quemando este pastel de chocolate?, ¿vale realmente la pena?”, apuntó Amanda Daley, autora principal del estudio publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health.
Fuente: Crónica
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