Invernaderos domésticos y automáticos, con una estética muy cuidada, un nuevo concepto de electrodoméstico que en poco tiempo puede que encontremos en muchas de cocinas caseras y que nos permitirán autoabastecernos de brotes, hierbas y microvegetales frescos en el nuestros propios hogares.
Se trata de una solución en línea con una de las últimas tendencias saludables y sostenibles para la cocina, los nuevos invernaderos domésticos y automáticos ofrecidos por la marca alemana de electrodomésticos premium Miele, que recientemente ha adquirido una joven compañía, también de origen alemán, llamada Agrilution, que había apostado por ofrecer soluciones de agricultura vertical, lo que muchos expertos han definido como el futuro de los invernaderos, en el propio domicilio.
A través de estos invernaderos domésticos y completamente automáticos, los hogares pueden autoabastecerse de brotes, hiervas y microvegetales frescos, aromáticos y ricos en nutrientes. Este tipo de agricultura, que se basa en el cultivo por aeroponía —una tecnología que no requiere tierra, sol, ni agua— hace crecer las plantas en base a la humedad y el calor de la luz artificial. Su uso doméstico supone contar con una especie de frigorífico estándar, que ofrece las condiciones de crecimiento perfectas, con un cuidado mínimo y un aporte de diseño extra tanto en la cocina como en el salón.
Con esta solución es posible autoabastecerse, en el propio hogar, de lechuga, hierbas y microvegetales, directamente desde el invernadero a la mesa, con una gama de más de veinticinco tipos diferentes de brotes, hierbas y microvegetales, incluyendo variedades menos conocidas, como pak choi rojo o mostaza wasabina, que pueden ser cultivadas por este procedimiento.
Invernaderos domésticos: así funcionan
Los nuevos invernaderos domésticos disponen de un ecosistema autocontenido con simples revestimientos de semilleros, iluminación regulada y un microclima controlado, además de irrigación automática. Cuentan, incluso, con una aplicación muy sencilla que proporciona información acerca del proceso de crecimiento e instrucciones acerca del mantenimiento y la cosecha. Prácticamente se controlan solos y ofrecen productos libres de pesticidas y otros contaminantes.
La primera cosecha se puede recolectar entre una y tres semanas después de la puesta en marcha. Posteriormente es posible cosechar a diario. Solo se usan plantas reguladas y no modificadas genéticamente. Además, los semilleros están hechos en su totalidad de tela suprareciclada.
Fuente: Diario de Gastronomía
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