El café en grano es conocido por todos y es el que debe molerse para sacar la bebida. Es importante que este proceso se haga poco antes de preparar el café para así disfrutar de un sabor más puro e intenso, aunque lo habitual es que ya se compre molido.
En cambio, el café en cápsulas es una dosis de café en polvo que se vende envuelto en aluminio y plástico. La cápsula es perforada y el agua hirviendo pasa a través de ella para extraer todo el sabor. Hay muchísimas marcas, desde Dolce Gusto a Nespresso o Senseo.
Esta cafetera es multicápsula y tiene compatibilidad con Dolce Gusto, Nespresso y Coffee Express. Es uno de los modelos con mejor relación calidad-precio que podrás encontrar.
Algunas de las grandes diferencias entre el café en grano y el de cápsula es que este último pierde sabor respecto al de toda la vida, según conCAFÉ, además de ser mucho más contaminante por el aluminio que tienen las cápsulas... y componentes del propio café.
Estas cápsulas suelen tener furano, un compuesto regulado y que se forma en el procesado del café. También se encuentra en el café molido de siempre, pero en mucho menor medida. El problema al encapsularse el café es que no desaparece de forma natural, sino que se mantiene hasta el mismo consumo.
Teniendo en cuenta esto y el precio, es mejor tomar café como toda la vida, aunque a muchos no les convencerá este argumento por la comodidad que suponen las cápsulas o la variedad de sabores que suelen comprar.
Daniel Korpai
Fuente: ComputerHoy
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