Una de las dos emite una mayor cantidad de etileno, el gas responsable de la maduración de frutas y verduras
Su combinación es indispensable en múltiples preparaciones culinarias y suele agradar hasta al comensal más exigente. No obstante, la patata y la cebolla no siempre hacen buena pareja, sobre todo en el momento de conservarlas.
Cebollas y patatas Getty Images/iStockphoto
El culpable es el etileno, un gas que desprenden las frutas y verduras de forma natural al madurar, que provoca que estas cambien de tonalidad, obtengan una textura más blanda y consigan el sabor y aroma que las caracteriza.
Es necesario para que los alimentos alcancen su punto idóneo
El etileno es un gas que desprenden las frutas y verduras de forma natural al madurar
Este gas es necesario para que las hortalizas alcancen su punto idóneo, pero puede convertirse en un inconveniente si almacenamos ingredientes que lo produzcan en grandes cantidades junto a otros que no lo hagan. Este es el caso de la patata, que si bien no es uno de los alimentos que más etileno desprende, cuando presenta grillos, cortes y su piel empieza a arrugarse aumenta la emisión. Si esto sucede cuando se almacena con cebolla, esta última se deteriorará antes.
Como la durabilidad de las cebollas es similar a la de las patatas, es habitual que acaben almacenándose juntas. Pero no es conveniente, ya que es más probable que se pudran o desarrollen moho. Y de nada sirve retirar las partes más pochas y cocinar el resto, porque en la mayoría de frutas y verduras -exceptuando las zanahorias, el pimiento y el repollo- los filamentos del micelio de los hongos pueden penetrar fácilmente en el resto del alimento, aunque nuestra vista no lo perciba.
Cebolla con moho Getty Images/iStockphoto
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica en este informe que los hongos pueden producir unas sustancias tóxicas llamadas micotoxinas capaces de de inducir cáncer y alteraciones genéticas. Así que mejor no reaprovechar los alimentos una vez han alcanzado este estado.
¿Cómo conservar las cebollas?
El mejor modo de conservar las cebollas es en la nevera, donde pueden durar hasta dos meses. Pero al hacerlo también debemos intentar no almacenarlas con otros productos que desprendan altas cantidades de etileno. Estos son los tomates, las manzanas, las fresas, los aguacates y muchos más, que puedes consultar en este artículo.
Para guardar correctamente frutas y verduras en el refrigerador, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) recomienda colocarlas en el lugar más templado, que es donde están los compartimentos o cajones inferiores. Recuerda además que no es aconsejable lavarlas antes de almacenarlas, porque la humedad acelera el proceso de deterioro.
Alimentos en la nevera Getty
Por último, señala que es mejor evitar que estén en contacto entre sí, aunque se encuentren en el mismo cajón. Para ello podemos envolverlas en papel de cocina, en bolsas de plástico agujereadas o en el envase original, según el alimento del que se trate.
Fuente: La Vanguardia
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