Recetas con conservas de pescado: platos como ensalada de ventresca y pimientos, tartar de bonito, carpaccio de pepino con sardinillas y queso de cabra o hojaldre relleno de atún, así como brocheta de bacalao en aceite de oliva, tacos de sardinas, albóndigas de caballa o torticas de salmón.
Recetas con conservas de la gama Frinsa Proteína Natural: las conservas van mucho más allá, dando lugar a platos tan suculentos como tomates fríos rellenos de pollo o noodles con pavo al natural y brócoli, así como un innumerable rango de ensaladas de todo tipo.
A la hora de catalogar un plato, hay dos elementos esenciales: que la materia prima sea de primera calidad, y que entre por los ojos. Por ello, Frinsa recomienda no solo escoger bien las conservas que se van a consumir, sino también prestar especial atención emplatado, ya que la presentación de un plato es casi igual de importante que su sabor. Siempre que se tiene una comida o cena especial en casa con invitados, tener un emplatado acorde con la calidad de la conserva es esencial. Y si a ello le sumamos que se acercan las navidades, hay que darle una mayor importancia.
A la hora de emplatar, dependemos mucho del tiempo del que se disponga. Frinsa ofrece los principales consejos para ambas ocasiones:
¿Hay poco tiempo? En esta ocasión, la mejor forma de emplatar es utilizando las mismas latas de las conservas para crear un plato atractivo y extravagante. Lo ideal es jugar con los colores y la lata, separando los ingredientes de forma creativa para que el comensal pueda disfrutarlos por el gusto y por la vista. La utilización de la lata como forma de emplatado es una tendencia actual que se está extendiendo por muchos países.
Para terminar, Frinsa quiere destacar el líquido de cobertura de las conservas, tanto por la conservación del producto como por las propiedades que aporta al mismo. Algunos de los jugos usados en las conservas de pescado, marisco y proteína son el agua natural con sal, el aceite de oliva o el escabeche.
Este líquido de cobertura sirve para mantener en buen estado el producto, y, como pasa meses o años en contacto con él, le dota de unas propiedades y un sabor imposibles de encontrar en ningún otro producto. Los líquidos se pueden usar en la cocina casera de formas muy sencillas y que resultan sorprendentes como, por ejemplo, para realizar salsas o para decorar el plato. ¡Dejemos atrás la vieja costumbre de tirar el jugo y démosle el uso que se merece!
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