El Gourmet Urbano: #CERVEZAS #COLOMBIA 🍻 🇨🇴 | Dos Tercos, la cerveza anticorrupción

viernes, 15 de enero de 2021

#CERVEZAS #COLOMBIA 🍻 🇨🇴 | Dos Tercos, la cerveza anticorrupción

En su lanzamiento, Dos Tercos resumió diferentes casos de corrupción en sus etiquetas. Aún se pueden pedir vía Instagram algunas de estas botellas de edición limitada.
Foto: Agencia The Juju

Esta nueva cervecería artesanal salió al mercado con un mensaje sobre nuestros elefantes blancos.
 
No se espera tener una cerveza en la mano y leer en su etiqueta el resumen de un caso de corrupción. Pero la cervecería Dos Tercos, un emprendimiento de producción artesanal de Fredy Suárez y Catalina Figueredo, estampó en las etiquetas de 1.100 botellas de su cerveza el resumen del mismo número de casos de elefantes blancos en Colombia.

Las coloridas etiquetas llevan, además del nombre y la descripción de cada uno de sus cuatro estilos de cerveza artesanal de la empresa, historias como la de Aerocafé, un aeropuerto que se pensó para el Eje Cafetero en Palestina, Caldas, cuya construcción comenzó en el 2005. 

“Hoy, más de 15 años después, las obras no avanzan y para terminarlo hacen falta más de $ 800.000 millones”, dice la etiqueta.

Otras botellas hablan de las casas fiscales para la Policía de San Luis, Tolima; la Ciudadela del Saber, de Puerto Lleras, Meta; el Centro de Atención Especializada para el Menor Infractor de Arauca, o el proyecto de acueducto y alcantarillado de Camarones, La Guajira.

La marca lleva además un hashtag: #unacervezaparanoolvidar. Todo esto refuerza el concepto derivado del nombre de la marca, que surgió no solo de una estrategia basada en la historia de terquedad alrededor de la empresa, sino de una vivencia personal de su fundador.

Desde el 2006, Suárez soñaba con su propia cervecería. Mientras ejercía su carrera en gastronomía hizo muchos viajes, en cada uno probaba cervezas y estudiaba sobre el tema. Cuando conoció a Catalina Figueredo, el plan como amigos era salir a catar estas bebidas. Solo en el 2018 pudieron comprar un equipo de producción pequeño y empezaron con una marca que se llamó 23 Cervecería. En esa primera experiencia probaron muchas recetas y estilos.

“Se requieren mucho estudio y mucha rigurosidad en las recetas –subraya– en la calidad de los ingredientes, hasta en la misma química del agua”.

Dice Suárez que en el 2020, Catalina, que era su mejor amiga, se convirtió en el amor de su vida. Con el noviazgo, la cervecería se volvió más seria. Definió sus recetas y cambió de nombre. Cuando definían la estrategia de lanzamiento vieron que el elemento común en la cervecería era la terquedad, presente incluso en la forma como fueron dándole forma a las recetas de sus cuatro estilos de cerveza.

Entre sus fórmulas principales hay algunas con elaboraciones muy tercas, como la de fermentación a tanque abierto, que para algunos es una locura, o la de café que busca incentivar la producción de la que sería la cerveza artesanal insignia del país, con café en sus ingredientes.

Para la imagen eligieron el elefante, según Suárez, porque es el animal más terco que existe y las etiquetas invitan a “no olvidar cuánto se ha perdido”.

Cerveza y causas sociales


Tienen la cerveza Gozke, de estilo Weissbier alemán; la Inherente (golden stout), la Pura Sabrosura (session IPA) y la Black Velvet (de estilo american stout negra).
Pero ¿cómo llega una cervecería artesanal naciente a hablar de corrupción?

“La corrupción le duele a la gente –dice Suárez–. Es un momento para levantar la voz, así como para buscar alternativas de protesta, de pedir cuentas. La cerveza artesanal en el mundo generalmente está ligada a causas sociales: movimientos ambientalistas, antimonopolio o LGTB. La cerveza artesanal se sale un poco del establecimiento, pues casi en todos los países hay multinacionales que imponen qué tomar. Hacerla es un poco contestatario”.

Suárez agrega que la gente espera otros mensajes en productos de placer. “Pero hay que entender que, históricamente, en Colombia la cerveza entró al público de manera violenta: los grandes cerveceros impulsaron que no se tomara chicha porque embrutecía y nos hicieron perder un patrimonio lindo, el de las bebidas fermentadas”.

El día en que la agencia que apoyó el cambio de marca presentó el proyecto de los elefantes blancos, Suárez vivía un doloroso momento personal.

Su padre falleció, víctima de covid-19. No fue diagnosticado y tuvo un ‘paseo de la muerte’ por varias entidades de salud. Pero Suárez siguió adelante con sus planes ese día.

“Pensé que mi papá no se molestaría si seguía trabajando. Las circunstancias me hicieron pensar en la corrupción, en el dinero de las ambulancias, en historias que uno oye y suenan lejanas, pero que también pueden tocarle. Y llegó el momento de mezclar las dos cosas. Me preguntaba cómo hacer algo para mejorar los servicios de salud, pero yo no sé hacer otra cosa que cerveza. Entonces vi que esta campaña era una forma de levantar un poco la voz. Hacer un lanzamiento que no fuera de playa, chicas y fiesta, sino de memoria”.

Liliana Martínez Polo
 
Fuente: El Tiempo

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