Diferentes holgazas de Levaduramadre. |
Los españoles somos muy paneros y, además, podemos hacer mucho en nuestros hogares ahora que está todo tan difícil. Sigue estos consejos y tendrás este alimento en buen estado
Los españoles somos paneros, pero dadas las circunstancias que estamos viviendo por culpa de la pandemia por covid-19 hoy parece que es más importante que nunca que el producto aguante el mayor tiempo.
Su origen se remonta a la época Neolítica: un antepasado del hombre conocía ya las semillas y cereales, y sabe que una vez triturados y mezclados con agua, dan lugar a una papilla. Este hombre olvidó la papilla en una especie de olla, al volver se encontró con una torta granulada, seca y aplastada, el primer pan acaba de tomar forma.
"Desde ese momento, el pan ha estado unido a la evolución del hombre, ha estado presente en conquistas, revoluciones, civilizaciones, descubrimientos; es decir, formando parte de la cultura universal. Desde ese rudimentario primer pan, fruto del azar del hombre, hasta nuestros días, donde la oferta de panes es muy extensa: tenemos más de 315 variedades", reconoce Ceopan.
Se trata de un alimento sencillo: harina, agua, levadura y sal. Según datos del Panel de Consumo, cada español compró una media de 31,77 kilos de pan (-2,4%) en 2018 y gastó 76,13 euros (-2,5%), una cantidad equivalente al 5,9% del presupuesto per cápita para llenar la cesta de alimentos y bebidas el año pasado.
Su origen se remonta a la época Neolítica: un antepasado del hombre conocía ya las semillas y cereales, y sabe que una vez triturados y mezclados con agua, dan lugar a una papilla. Este hombre olvidó la papilla en una especie de olla, al volver se encontró con una torta granulada, seca y aplastada, el primer pan acaba de tomar forma.
"Desde ese momento, el pan ha estado unido a la evolución del hombre, ha estado presente en conquistas, revoluciones, civilizaciones, descubrimientos; es decir, formando parte de la cultura universal. Desde ese rudimentario primer pan, fruto del azar del hombre, hasta nuestros días, donde la oferta de panes es muy extensa: tenemos más de 315 variedades", reconoce Ceopan.
Se trata de un alimento sencillo: harina, agua, levadura y sal. Según datos del Panel de Consumo, cada español compró una media de 31,77 kilos de pan (-2,4%) en 2018 y gastó 76,13 euros (-2,5%), una cantidad equivalente al 5,9% del presupuesto per cápita para llenar la cesta de alimentos y bebidas el año pasado.
Valor nutricional (por cada 100 g)
Pan antes de hornear.
- Calorías: 277 kcal
- Proteínas: 7,8 g
- Grasas: 1 g
- Hidratos de carbono: 58 g
- Fibra: 2,2 g
- Magnesio: 26 mg
- Sodio: 540 mg
- Potasio: 100 mg
- Fósforo: 91 mg
- Hierro: 1,7 mg
Los trucos
Conseguir que el pan aguante más de un día es una tarea muy sencilla si se conocen algunos trucos que evitarán que se reseque y se quede duro como una piedra e imposible de comer. El panadero artesano Moncho López, de los establecimientos Levaduramadre Natural Bakery, nos explica cuáles son:
Pan de calidad: “Si un pan es bueno, está elaborado con masa madre y de forma manual, siempre durará más que otro industrial preparado con impulsores químicos. Las levaduras artificiales hacen que el pan gane mucho volumen y esa altura va en detrimento de su durabilidad, ya que el pan se seca por evaporación. Cuanta mayor es la superficie de evaporación, antes se secará y por tanto se pondrá duro mucho antes”.
Como nuestras abuelas: “Una vez que tenemos el pan en casa, lo mejor es colocarlo en una bolsa de tela, en una caja de madera o incluso en una bolsa de papel, de modo que el pan pueda respirar. Eso sí, hay que mantenerlo fuera de la nevera y en un ambiente más o menos seco”.
¿Podemos congelar el pan? “Pues unos sí y otros no. Volver a meter al congelador aquel que proviene de una masa anteriormente congelada, haría que se rompiera la cadena del frío y se deteriorara el producto. No hay ningún problema, sin embargo, para congelar el pan artesano una vez cocido en el horno tras haber fermentado el tiempo que le corresponde. Sí que es verdad que en el congelador sufre un deterioro y también se va secando, pero si se tienen precauciones para preservarlo de esa pérdida de humedad, no hay ningún problema”.
Papel y/o plástico: “La mejor manera de meter el pan en el congelador es en una bolsa de plástico específica para tal fin y perfectamente cerrada. Conviene además cortar en porciones según el tamaño y la comida a la que se destinen. Si las vamos a tomar para desayunar, por ejemplo, podemos cortarlas en rebanadas, pero si va a ser para una cena, podemos cortarlas en trocitos. Para evitar que las rebanadas se peguen entre sí y luego nos sea imposible sacar una sola, podemos poner papel de horno entre cada una de ellas”.
La mejor manera de descongelarlo. “Si se dispone de tiempo, se puede hacer al aire, pero eso te obliga a anticipar cuándo lo vas a comer y no resulta muy operativo, pero lo que sí desaconsejo siempre es el microondas porque agitas las moléculas de agua y el pan se queda chicloso. Lo mejor es que pase del congelador a la tostadora, al horno o a la sartén. Ahí recupera un poco de crunch en la corteza, la miga blandita y lo tienes como recién hecho”.
P. Matey
Fuente: Alimente - El Confidencial
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