Cómo elegir el mejor vino para cocinar: Calidad
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el vino es un factor determinante en el resultado final. Hasta no hace mucho tiempo, no se valoraba la calidad del vino para cocinar. Afortunadamente, la tendencia ha cambiado y ya no nos conformamos con usar vinos de baja calidad.
El vino para cocinar se debe escoger con mimo y atendiendo a las cualidades organolépticas tanto de la variedad que vayamos a usar como de las cualidades de los ingredientes de la receta. Esto no quiere decir que usemos vinos muy caros o exclusivos. Existen referencias suficientes en el mercado para escoger el mejor vino para cocinar sin caer en sacrilegios ni arruinarnos.
Variedad
No es lo mismo usar un vino tinto para cocinar que uno blanco, rosado o incluso espumoso. Cada vino combina mejor con unos ingredientes. Aunque te recomendamos que experimentes con tus propias mezclas y recetas para conseguir resultados únicos y sorprendentes.
Nos vamos a centrar en el uso de vino tinto para cocinar. Los tintos son muy versátiles en la cocina. Son los más usados en guisos y sirven para aportar color, aroma y profundidad a caldos oscuros y salsas.
En líneas generales, estas son las normas infalibles para cocinar con vino tinto:
Tintos jóvenes
Hay que desterrar el tópico de que solo debemos usar vino blanco para cocinar pescados y mariscos. Los tintos son una opción muy interesante siempre que respeten los sabores propios del alimento principal. Así, escogeremos vinos más jóvenes y ligeros para pescados y mariscos.
El tinto joven funciona bien con platos que tengan al pulpo, sepia, jibia o calamares como protagonistas. Si acompañamos los cefalópodos con una salsa a base de cebolla y tinto tendremos una combinación perfecta.
El pescado azul de gran tamaño, como el atún, pez espada o bonito también agradecen una salsa elaborada con tintos jóvenes y secos, preferiblemente de variedades como la cabernet sauvignon o merlot.
Los tintos jóvenes con notas afrutadas, son una apuesta segura para platos con aves como el pavo o el pollo. La carne delicada del conejo también combina bien con este tipo de vino.
Los arroces y la pasta realzan sus sabores con tintos elaborados con cabernet sauvignon.
Tintos crianza
Las carnes rojas y los guisos potentes necesitan de vinos más complejos y con más cuerpo. Dependiendo de la variedad, encontramos vinos más potentes, como los elaborados con syrah, y otros más suaves para platos ligeros, como los elaborados con cabernet o merlot.
Los vinos con barrica son perfectos para platos en los que las aves sean protagonistas. Variedades como la merlot aportan tonos afrutados que recuerdan a la ciruela y la violeta y añaden profundidad a las salsas.
La variedad de aromas que aporta un tinto elaborado con pinot noir lo hace ideal para acompañar carnes blancas como el cerdo y aves como el capón, la pularda o el pollo.
Las notas amaderadas que tiene los vinos de crianza tras su paso por barrica ayudan a realzar la complejidad de los guisos a base de carnes rojas y platos de caza menor.
Tintos Reserva
Por la rotundidad de estos vinos, son la mejor opción para cocinar platos de caza mayor, ya que las carnes del ciervo, jabalí o corzo se benefician de sus aromas contundentes además de que el vino las ablanda.
El buey, el cabrito, el cordero añojo o la vaca son compañeros perfectos para una salsa aromatizada con un reserva.
Consejos y trucos para cocinar con vino: Vino de calidad
Una regla de oro para disfrutar de los platos cocinados con vino es usar uno que te beberías. No tienes que usar una botella cara, pero piensa que el vino es un ingrediente más de tu receta y si no es el adecuado, el resultado final se resentirá.
Cuidado con la cantidad
El vino ayuda a potenciar los sabores de los ingredientes, pero en exceso puede enmascararlos. Echa el vino poco a poco y ve probando el resultado. Deja reducir bien el vino antes de añadir más a la receta.
El vino, antes que el resto de líquidos
El vino tiene que añadirse al fuego antes que el resto de líquidos. Esto se hace para favorecer una correcta evaporación del alcohol. Así conseguiremos todos los matices y aromas del vino.
No solo para las salsas
El vino sirve para marinar alimentos, ablandarlos y conseguir mejores texturas, dar color a los caldos y dar un toque distinto a tus elaboraciones habituales. Aprovecha todas sus ventajas.
Ya sabes cómo elegir un vino tinto para cocinar pero también el uso del resto de variedades para triunfar con tus platos. No te olvides de que la cocina es creatividad y experiencia. Utiliza tu instinto para escoger el mejor vino para cocinar.
VILMA DELGADO
Fuente: Vinetur
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