El Gourmet Urbano: #GASTRONOMIA 🍽 | “La gastronomía facilitó la sociabilidad de los humanos”

domingo, 20 de junio de 2021

#GASTRONOMIA 🍽 | “La gastronomía facilitó la sociabilidad de los humanos”

Imagen del OríGenes Mané Espinosa
Un yacimiento en Kenia constató que la primera relación social entorno a una comida se hizo con un hipopótamo

Las reuniones familiares y los reencuentros entre amigos siguen haciéndose alrededor de una mesa y unos alimentos. Hay quien dice que las ingestas en grupo se asocian a momentos especiales con los que se refuerzan los vínculos y quizás por eso así lo hacemos a diario con nuestra familia más directa, esporádicamente con amigos y algunos fines de semana con padres, hermanos, sobrinos y cuñados. 

Nuestra sociabilidad sigue fundamentándose en algo tan básico como el comer. Y aunque parezca algo propio de un comportamiento más o menos reciente en nuestra historia, lo cierto es que esta conducta acompaña al ser humano desde que es humano.

Hace aproximadamente un millón y medio de años, justo cuando nuestros antepasados comenzaban a evolucionar, se documenta el primer acto de convivialidad de la Historia: un grupo de homoerectus africanos comiendo con herramientas y compartiendo carne entorno al cadáver de un hipopótamo. Para Eudald Carbonell, reconocido antropólogo y autor de prestigiosos estudios sobre la evolución humana, se trata de un hallazgo que demuestra “un gesto fundamental con el que nuestros antepasados lograron sociabilizarse de manera más rápida”. En la entrevista mantenida con el periodista de La Vanguardia, Sergio Vila-Sanjuán, en el marco de la celebración del festival gastronómico OríGenes en Teià, Carbonell ha reconocido que precisamente “fue la gastronomía la que facilitó la sociabilidad de la especie humana, al reunir a diferentes individuos para comer”, en ese momento tan primitivo de la escala evolutiva. Sin olvidarnos del papel que desempeñó también la caza comunal y el fuego. Para el experto, esta convivencia entorno a los alimentos se dio -con mucha probabilidad- con cierta anterioridad, pero no sería hasta el yacimiento de Kenia (donde se descubrió al hipopótamo devorado) que no se pudo asegurar. Un curioso dato que demostraría con cierta gracia que la humanización de la especie se inició entorno a un buen chuletón de hipopótamo.

Imagen del festival OríGenesMané Espinosa

A lo largo de la historia, la dieta del ser humano no solo se ha centrado en las carnes de caza, sino que ha llegado a ser muy variada a pesar de las circunstancias en las que vivieron. Hoy conocemos esta información gracias a las pinturas que han perdurado hasta nuestros días, a fragmentos de hueso machacado y a los cálculos dentales hallados en restos arqueológicos. Por eso, es conveniente resaltar que incluso en las sociedades más cazadoras, la condición omnívora del ser humano se imponía en su dieta. Sabemos que los tallos, bulbos, raíces, hojas, flores y gramíneas eran recursos alimenticios de primer orden que combinaban con la carne, que era el componente proteínico por excelencia. “Estos señores, de complejidad robusta y ruda, podían comerse de una tacada cinco o seis kilos de carne y probablemente no volvían a hacerlo hasta la siguiente batida”, explica Carbonell. No obstante, entre cacerías “consumían abundante material botánico”, añade.

Dieta paleo


Tuétano de bóvido con moras, huevos de codorniz con arándanos, cerebro y riñones de cabra y lengua de reno son para nuestro antropólogo verdaderos representantes de platos y alimentos de la época, ingredientes con los que nutrir una auténtica dieta paleo; aquella que en la actualidad se basa en los alimentos que se localizaban en el entorno del hombre hace dos millones y medio de años, baja en carbohidratos e hiperproteínica. Hoy en día, esta dieta nutricional ha sido recuperada y puesta de moda por determinados consumidores. Para este catedrático en Prehistoria en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, la clave del éxito en el proceso evolutivo es porque “el ser humano no ha despreciado nunca ningún alimento, ha sido y es un omnívoro generalista, sentencia.

En cuanto al éxito de la dieta paleolítica, Carbonell no la aconsejaría a todo el mundo, porque las necesidades del paleolítico son muy diferentes a las de nuestros días. “Cuando hacían ingestas de unos cuantos kilos de carne y luego se echaban la siesta, solo podía entenderse por los treinta quilómetros que habían hecho hasta llegar a la presa”, justifica el experto.

Eudald Carbonell ha hecho un rápido repaso a la alimentación y los hábitos alimentarios de la especie humana a lo largo de su evolución, en uno de los diversos actos programados en el marco de OríGenes, que se celebra en el Palauet de Teià. Se trata de un festival gastronómico único en su formato y contenidos impulsado por tres emprendedores especialistas en comunicación y diseño de experiencias gastronómicas: Lluís Cintas, Ana Godó y Emilio Suárez.

Martí Paola

Fuente: La Vanguardia

No hay comentarios. :