Los autores de este curioso color señalan que lo consiguen mediante una combinación de uvas muy concreta
En el caso de los vinos, hasta ahora, parecía que todos lo teníamos claro: hay tintos, blancos y rosados. Pero ahora, una bodega australiana cambia la historia cromática de los vinos a nivel mundial, lanzando por primera vez un vino morado totalmente natural, sin utilizar ningún tipo de colorante añadido.
Citli Toribio señala en Gastrolabweb que recuerda una bebida sacada de alguna caricatura Anime, dado su color aparentemente artificial, ya que nunca antes ninguna cosecha había logrado este tono de forma natural.
Por otro lado, parece que lo novedoso no es sólo su color, también su sabor resulta muy interesante, según destaca la propia bodega en sus redes sociales.
Bautizado como Purple Reign Wine, en base a una mezcla de Sauvignon Blanc y Semillón, al que han sumado unos ingredientes botánicos, que no han querido revelar aún, y cuya fusión resulta en este espectacular nuevo color, se ha convertido en el primero de la historia en presentar un tono distinto a los tres habituales, sin aplicación de ningún colorante.
Tim Macnamara es su orgulloso creador, y lo ha realizado en la vinoteca de Masstengo, en asociación con Ross Stewart. Ambos señalan que 'Purple wine' es fruto de su amor y una búsqueda constante por producir vinos, de una forma distinta a la tradicional.
Además cuenta con mejoras en los antioxidantes naturales, con el fin de minimizar el uso de sulfitos, y generar este nuevo color junto una vitalidad única, según destaca la organización Raw Vine Estate.
La apuesta firme de la bodega por ingredientes botánicos frente a los aditivos sintéticos, es la clave para que este vino presente ese toque a hierbas y minerales tan personal. Todo esto incide en evitar el efecto resaca del día después, basándose en la ya clásica hipótesis de que los vinos naturales frenan la producción de alcaldehídos.
Los que lo han probado, dicen que merece la pena, y lo han descrito como un vino con un sabor y personalidad interesantes. ¡Habrá que animarse a probarlo!.
Sobre los sulfitos
El uso de sulfitos, como aditivos conservantes en los alimentos, está ampliamente extendido. A grosso modo son derivados del azufre. En el caso del vino, los sulfitos están presentes de forma natural en unos niveles mínimos. Aunque suelen ser incluidos de forma externa para combatir la oxidación, así como los mohos y bacterias, a la vez que se mantiene su frescor y aroma, al igual que su calidad. Eso sí, si se nos va la mano, daremos al traste con la calidad original del vino ya que alteramos su sabor, color y calidad, de forma irreversible.
La Directiva Comunitaria 2003/89/CE, obliga a señalar en el etiquetado de las botellas cuando las concentraciones de sulfito son de 10mg/litro, así como otros ingredientes con capacidad alérgena, como es también el caso de los sulfitos, que pueden afectar seriamente a los asmáticos. Cuanto más dulce es un vino, más sulfitos contendrá, además los rosados y blancos suelen tener también más que los tintos.
MARÍA TORRES
Fuente: vinetur
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