La gastronomía en el noreste del país es conjunto de factores del pasado y su evolución. |
Decir que el noreste es más que carne asada, no basta, es necesario exponenciar todas nuestras facultades, mismas que tienen su origen en las comunidades rurales.
La gastronomía del noreste mexicano se fortalece, el regreso a los orígenes, sin soltar de la mano la evolución, y la apertura a tendencias extranjeras, es un conjunto de factores están por poner a nuestra región en el lugar merecido.
Decir que el noreste es más que carne asada, no basta, es necesario exponenciar todas nuestras facultades, mismas que tienen su origen en las comunidades rurales. Entre dicho origen, la lógica influencia española, las adaptaciones de los judíos conversos, las notas aportadas por Oriente Medio, y la propia adaptación al cambio, tenemos una gama gastronómica que efectivamente, va más allá de nuestra amada carne asada.
La situación es tan complicada, como tan sencilla, ya que para proyectar algo al resto del país, es necesario contar con un factor que escasea, y resulta ser muy caro hoy en día, teniendo la particularidad de estar tan cerca de US…necesitamos, urgimos, de tener sentido de pertenencia.
Enamorarnos de nuestra propia región, de los orígenes de nuestra gastronomía, de los orígenes de lo que hoy es nuestra industria, y tomar de la mano el legado de la gente que no tiene voz, ni acapara las portadas, ni las recomendaciones gastronómicas de medios masivos, y lograr una dinámica social que no sepa de códigos postales, sino de identidad regional, nos permitirá hacer que otras regiones, se enamoren de la nuestra, y con ello detonar esa cadena consecuente, de turismo, y desarrollo económico, extra a lo que hoy en día logramos captar.
No todo puede ser asado de puerco, ni arropado, ni carne frita, pero tampoco todo puede ser carne asada, teniendo bases tan sólidas en los ejemplos citados, apenas tres, de tantos que tenemos.
Seamos una región proactiva, hagamos resurgir lugares, reactivemos oficios, hagamos honor a lo que fuimos, a lo que dejamos de ser, y a lo que vamos a volver a ser. Desde hoy, porque el después… el después nunca llega.
Fuente: Milenio
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