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| Foto: Captura de pantalla de la redactora |
Si te gusta la cerveza y eres religioso, debes conocer la historia del santo patrono de la cerveza, San Arnulfo de Metz
Dentro del catolicismo el alcohol es utilizado en la consagración y en la vida social para brindar. Y, aunque no lo creas, existe un santo patrono de la cerveza.
Muchas personas prefieren beber cerveza en lugar del vino y esto, entre muchas otras razones, es porque la cruda no es tan cruel, como lo sería con el ron o el ya mencionado, vino.
Pero también una buena razón para beber cerveza es conocer la historia de su santo patrono.
Foto: Getty Images
El catolicismo cuenta con un santo casi para cada problema. Y, como no podía ser de otra manera, incluso existe un santo dedicado a guiar por el camino de la chela a todos los alcohólicos perdidos en su búsqueda.
Las plegarias de todo amante o vendedor de cerveza son escuchadas por San Arnulfo de Metz, el santo patrono de la cerveza.
Foto: Captura de pantalla de la redactora
¿Por qué se le dice Patrón de los cerveceros a San Arnulfo de Metz?
Arnulfo de Metz nació el 31 de agosto de 582 en Remiremont, una pequeño pueblo francés. Gracias a su formación monacal acabó por convertirse en obispo de la ciudad austríaca de Metz, cuando sólo tenía 30 años.
A Arnulfo le gustaba mucho la cerveza y se le adjudica la frase “del sudor del hombre y el amor de Dios, la cerveza vino al mundo”.
También, durante sus sermones dominicales, recomendaba a sus fieles beber cerveza, para superar -por lo menos con mejor humor- una ola de epidemias que vivía Europa en aquella época.
Arnulfo de Metz nació el 31 de agosto de 582 en Remiremont, una pequeño pueblo francés. Gracias a su formación monacal acabó por convertirse en obispo de la ciudad austríaca de Metz, cuando sólo tenía 30 años.
A Arnulfo le gustaba mucho la cerveza y se le adjudica la frase “del sudor del hombre y el amor de Dios, la cerveza vino al mundo”.
También, durante sus sermones dominicales, recomendaba a sus fieles beber cerveza, para superar -por lo menos con mejor humor- una ola de epidemias que vivía Europa en aquella época.
Foto: Captura de pantalla de la redactora
¿La razón?
En aquellos días, las frecuentes epidemias que azotaban Europa hacían que el agua estuviera contaminada, razón por la cual era peligroso beberla.
Ante esto, el sacerdote animaba a los feligreses a sustituir el agua por cerveza para que no murieran intoxicados.
Estaba tan convencido de los beneficios de la cerveza, que llegó a colocar un crucifijo grande en un barril, el cual salvó milagrosamente la vida de los que bebieron de él, esto se consideró un milagro y lo ayudó a llegar al santoral.
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Después de su muerte, mientras trasladaban su cuerpo, los fieles decidieron hacer un alto en el camino para refrescarse y beber cerveza en su honor.
El problema fue que, cuando llegaron a una taberna, vieron que sólo quedaba una jarra de cerveza para todos.
Decidieron beberla y, grande fue su sorpresa, cuando vieron que la jarra de cerveza nunca se terminaba y todos alcanzaron a beber, por esto decidieron nombrarlo como el Patrón de los cerveceros.
Beatriz García
Fuente: Televisa
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