1. Elige un grano mejor
Es fácil tomar el mismo café que has estado tomando durante años pero la selección de café de hoy en día es amplia. Un grano de café bien tostado tampoco tiene que costar demasiado. Puedes encontrar cafés de calidad y asequibles si estás dispuesto a probar marcas desconocidas. Simplemente busca las de medio kilo y prueba. El grano correcto está ahí afuera, ¡solo tienes que encontrarlo!
2. Almacena los granos correctamente
Una vez que tengas esos granos de café deberás almacenarlos de la manera correcta. Eso significa que deberás colocarlos dentro de un recipiente hermético en un lugar fresco oscuro y seco no en la nevera. Si utilizas un recipiente transparente colócalo en un armario alejado del calor de los electrodomésticos.
3. Mide los frijoles
Cada método de preparación requiere una proporción diferente de café molido y agua. Si usas muy poco no tendrá sabor y si usas demasiado obtendrás un café amargo. La clave es encontrar la cantidad perfecta de granos según la cantidad de tazas que quieras hacer. Generalmente, se utiliza una cucharada de café por cada taza de agua.
4. Prueba una técnica de elaboración diferente
Existen muchos métodos para preparar una taza de café, por lo que no debes atascarte con una máquina de goteo tradicional. Puedes intentar, por ejemplo, con una máquina de espresso o la popular aeropress.
Con estas podrás crear una rica y sabrosa taza de café que a menudo supera a una cafetera de goteo. Aunque puede tomar un poco más de tiempo, el resultado valdrá la pena. Si tienes una cocina pequeña, estas alternativas podrán liberar el valioso espacio en la mesada y reducir el desperdicio del filtro de papel.
5. Limpia la máquina
Cuando termines de hacer café lava las partes internas para eliminar la acumulación de minerales y el café.
6. Evita el café viejo
El café amargo y de mal sabor es a menudo producto del sobrecalentamiento o la combustión del café. Esto sucede cuando dejas la olla en un quemador hasta que se agota o cuando calientas en el microondas.
7. Explora
Cualquier taza de café puede admitir una variedad de edulcorantes y cremas. Algunas personas dicen que una buena taza de café no necesita aditivos pero es tu café, así que mezcla lo que quieras.
Ponte una pequeña rebanada de mantequilla en vez de leche o crema y canela en sustituto del azúcar. Sigue tu estado de ánimo y nunca más volverás a tener una casa aburrida.
8. Aprende a hacer bebidas de cafetería
Observa como el barista prepara el café y te darás cuenta de que no es tan difícil. Hay muchas maneras en las que puedes crear bebidas de cafetería en casa. Si te gustan las bebidas con sabor, los jarabes son el secreto.
Fuente: Placer al Plato
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