Muchos se preguntan cómo se hace esta deliciosa cobertura de chocolate para tortas, tartas, cupcakes y demás recetas de pastelería. Con estos simples pasos, aprendé a hacer la mejor ganache de chocolate.
La ganache de chocolate en la pastelería es por lejos una de las coberturas más elegidas para decorar tortas, tartas, cupcakes e incluso para rellenar bizcochuelos. La elaboración solo consta de chocolate y crema (nata), pero hay que realizar los pasos al pie de la letra para que la consistencia quede cremosa y no se endurezca o se corte.
¡Aprendé estos tips y la receta para hacer la mejor ganache de chocolate!
Para 10 personas
Tiempo: 30 minutos
Dificultad: baja
Ingredientes
- 200 gramos de Chocolate negro
- 200 mililitros de nata para montar o crema de leche
- 1 cucharada sopera de manteca
Preparación
PASO 1: Antes de empezar con la receta de ganache de chocolate, se debe medir meticulosamente tanto la cantidad de chocolate como de crema. Asimismo, se debe trozar el chocolate.
PASO 2: Siempre es recomendable que el chocolate sea negro, pues la ganache de chocolate se caracteriza por tener un sabor intenso. En todo caso, también se puede usar una tableta con un porcentaje menor de cacao. No es necesario trozarlo en pedazos muy pequeños, basta con seguir la forma de los cuadraditos. Introducir el chocolate en una olla no muy grande o cacerola.
PASO 3: Ahora, verter la crema y calentarlo todo a fuego lento y sin dejar de remover. No es recomendable que la ganache de chocolate hierva, de manera que se debe estar atento y mover la mezcla para evitar que esto ocurra.
PASO 4: Para que la ganache quede con un toque de brillo, se puede añadir una cucharada de mantequilla. Este es un ingrediente opcional, así que en caso de no tener manteca o no querer agregarle, no es exclusivamente necesario. Cuando se haya obtenido una mezcla homogénea y lisa, retirarla del fuego y dejar que se enfríe.
PASO 5: Una vez terminada, se puede utilizar la ganache de chocolate casera en su forma líquida, para rellenar una tarta por ejemplo, o introducirla en la heladera durante tres horas, aproximadamente, para que espese y pueda usarse a modo de frosting para cupcakes. Esta última opción es ideal para todas aquellas personas que huyan de los frostings preparados a base de azúcar glass
Fuente: La Opinión Austral
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