Todo lo que debes conocer sobre los tomates Pixabay
Pensar que son transgénicos o que el precio no influye en la calidad del tomate son algunos de los fallos a la hora de comprar tomates
El tomate es un básico de la dieta mediterránea por su contenido en vitaminas, antioxidantes y minerales. Tiene una gran variedad de usos y formas de comer: desde gazpachos, salsas, ensaladas... Se calcula que en España se consumen alrededor de 25 variantes distintas de esta hortaliza. Sobre todo en verano, cuando las verdulerías están llenas de tomates de múltiples tipos, formas, colores y texturas.
En este artículo te anotamos los 10 errores, que numera La Vanguardia, cuando eliges tomates.
1. No saber qué es el gen 'larga vida'
Con el objetivo de que los tomates pudieran ser almacenados con la posibilidad de recorrer quilómetros para la exportación, en los años 90 se les incorporó el gen 'larga vida', que retrasa la maduración del fruto hasta 21 días.
Aunque los tomates que llevan este gen duran más sin madurar ni mostrar signos de podredumbre, el gen 'larga vida' supone sacrificar otros genes que garantizan su sabor. Los consumidores lo describen como insípido.
“Para que un tomate nos sepa a tomate ha de existir un equilibrio entre azúcares y ácidos, la fruta tiene más de 20 compuestos volátiles que percibimos en la zona retronasal”, detalla Antonio Granell, profesor investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas a La Vanguardia.
2. Expectativas de gran sabor en categorías de gran consumo
Los tomates que llevan el gen 'larga vida' son conocidos como de gran consumo. Son los redondos y rojos normales, el cherry y el de rama.
El redondo es el más económico, y en esto influye también que en gran parte llega de Marruecos. El tomate en rama se planta en España, pero llega también de Holanda y Portugal. Tiene un aroma rico a tomate, pero el olor no proviene del tomate sino de la rama.
3. Pensar que son transgénicos
En Europa no se comercializan tomates transgénicos, únicamente son manipulados con técnicas de mejora clásicas con hibridaciones y cruces entre la misma especie. No hay ningún método de ingeniería genética practicado en los tomates consumidos en Europa.
El tomate con el gen 'larga vida' no es transgénico ni tampoco el tomate de marca comercial Kumato. Hace años se dijo que era transgénico porque era de color negro, sin embargo, nació del cruce entre variedades.
Elegir por la vista el lugar de por el gusto
4. Elegir por la vista el lugar de por el gusto
En general, los tomates clónicos de forma y tamaño regular son el resultado de producciones a gran escala de larga duración. El sabor acostumbra a ser menos intenso y la textura menos golosa que en plantaciones pequeñas de ámbito local.
Los expertos recomiendan elegir los tomates más pequeños de la variedad que compremos, porque es más fácil que sean dulces, que no sean muy duros, pero tampoco demasiado blandos. El aroma del tomate solo dura unas horas después de ser cosechado, por tanto, no influye mucho en la decisión de compra porque no define su calidad.
5. Creer que el precio no influye en la calidad
El precio sí influye en la calidad del tomate, los más baratos suelen llevar el gen 'larga vida'.
De hecho, productividad masiva (y precio bajo) y sabor van en direcciones contrarias. El ejemplo más destacable es el de los tomates Raf, que nacieron en condiciones extremas, se producían pocos y eran caros pero deliciosos con un sabor muy potente. Cuando quisieron cambiar el sistema de cultivo para ser competitivos en precio, el sabor ya no era el mismo.
6. No entender qué pasa con las temporadas
Los tomates se plantan en los meses de marzo y abril y se recogen en junio. Aunque los tomates son frutos de temporada primavera-verano, el experto Francesc Llonch de la empresa Gavà Grup de Mercabarna, asegura que se puede consumir en cualquier época porque "hay zonas de Almería, que es el lugar con más luz solar de España, en las que se dan las condiciones en invernadero en pleno invierno y se consigue un tomate muy bueno”.
Añade que "la realidad es que el consumidor quiere comer tomates todo el año y hay que ofrecérselos”.
7. Prejuicios con los tomates de color
Las variedades de tomates de colores se consiguen con cruces de semillas. No tienen ningún tipo de toxicidad porque están sometidos a los mismos controles que los demás.
Hay varios tipos de tomates de color: el negro de Crimea, el negro de Santiago o el Kumato; el granadino Mar Azul de color violeta; o el tomate amarillo, que es menos ácido que el rojo; entre otros.
8. Elegir tomates de poco sabor para comer crudos
Es aconsejable elegir tomates carnosos y sabrosos para comer en ensalada o a rodajas. Los de tipo Raf son una buena opción porque son crujientes y apetecibles. También lo es el tomate valenciano, carnoso, dulce y con poca semilla. El tomate Montserrat es rico, delicado y de baja productividad, sin casi pulpa.
9. Elegir cherry para hacer salsas o gazpachos
Lo ideal para elaborar salsas o gazpachos es elegir aquellos tomates con mucha pulpa, por ejemplo, los de tipo pera, a medio camino entre los redondos más básicos larga vida y los Rosa. Usar tomates pequeños, verdes, huecos o crujientes, pero con poca carne no es lo adecuado.
El tomate pera es alargado, tiene un sabor dulce y su interior es compacto y casi sin semillas, ideal para hacer gazpachos y salmorejos, pero también para salsas, para freír e incluso para hacer conservas.
10. No estar abierto a probar variedades
Existen muchísimas variedades de tomates para descubrir. Recomendamos algunas.
Puedes probar el Muchamiel o Mutxamel, grande, de piel fina y pulpa carnosa; el Feo de Tudela y el tomate Label vasco. En Catalunya, el tomate Pera de Girona o el tomate de Benach de Tarragona son muy apreciados para ensaladas.
Hay que destacar variedades gallegas como el tomate negro de Santiago, Avoa de Osedo, o el pezón de Venus.
Fuente: Mundo Deportivo
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