El tomate tiene gran cantidad de agua y los picantes como el chile despiertan el metabolismo - Shutterstock |
Nuestra percepción de lo que brinda alivio está distorsionada: algo muy frío sube la temperatura interna pero algo picante puede mantenernos frescos por más tiempo; aquí, algunas sugerencias8 de enero de 2022
El futuro es cada vez más intenso: las olas de calor seguirán apareciendo y aprovechando conocimientos del pasado y la actualidad podemos enfrentarlas no solo con aire acondicionado y ventiladores, sino con una herramienta más efectiva que consiste en variar nuestra comida y hábitos alimenticios.
El tema es que nuestra percepción de lo que nos refresca está bastante distorsionada. Tenemos aprendido que una cerveza helada, una gaseosa con mucho hielo o un helado nos refrescarán. Que un día de calor lo ideal para hacer es un asado o un bife con ensalada. Pero lo que no llegamos a leer es la letra chica, porque todo eso es temporal o directamente logra lo contrario. Cualquier cosa muy helada nos da sensación de frescura… solo en el momento. Especialmente el helado, en una ola de calor, no ayuda. ¿Por qué? Porque digerir azúcares genera mucho calor en el cuerpo y eso, sumado al frío, baja la temperatura rápidamente de nuestro sistema digestivo que sobrecompensa generando aún mas calor interno. O sea, terminás más acalorado al rato. Un helado puede ser una buena recompensa al final de un día caluroso, pero no durante el calor extremo.
Es notable, entonces, cómo lo contraintuitivo juega un gran papel. Las bebidas calientes, otro ejemplo. No son atractivas en un día de altas temperaturas, sin embargo, tomar té de menta tibio es más efectivo que un vaso de agua helada. Más contra intuitivo aún: los picantes, los chiles, las comidas ligeras con un poco de picante que despiertan el metabolismo, estimulan la circulación y promueven la transpiración casi instantánea especialmente de la cabeza y la cara. Lo que están haciendo es subir la temperatura rápidamente, logrando que transpiremos de golpe y esto, al rato, nos refresca por periodos más largos. Hace mucho años en una visita de Madonna a la Argentina me tocó preparar la comida de todo el equipo de bailarines, técnicos, músicos, plomos y sonidistas: eran más de 200 extranjeros y otros 100 técnicos locales. Era diciembre, hacía mucho calor y estábamos en una carpa en el estacionamiento del Estadio River Plate. El tour manager el primer día nos pidió que al almuerzo sumáramos un caldo de pollo o carne con especias, chiles frescos y hierbas. Todos los extranjeros, especialmente los que tenían un trabajo más duro, tomaron la sopa; los locales atacaban las heladeras de helados, las gaseosas con mucho hielo y sándwiches de milanesa. Se reían de lo colorados que se ponían los otros y cómo les sudaba la cabeza por la sopa. A las pocas horas era fácil ver la diferencia: quiénes eran los que ahora estaban sudando agotados y quiénes los que trabajaban más cómodos. Los días que siguieron más de la mitad de los locales tomaron al menos un poco de la sopa…
Otro gran tema es el alcohol porque es un gran deshidratador, un diurético poderoso que habría que evitar con calores extremos.Y la cafeína es otro, así que ojo con el café y el mate.
Dicho entonces todo esto: ¿qué cosas podemos comer que no recalienten el sistema y que contengan mucha agua? (No olvidemos que más del 20% de la hidratación viene de lo que comemos.) Algunas ideas:
◗ Tomates: 94% de agua. Solos como fruta, al medio con oliva y sal, en ensaladas, en sándwiches, en algún estofado o guiso veraniego con pollo o pescado con hierbas y especias.
◗ Hojas oscuras: más de 80% de agua (no tanto la lechuga). Espinaca, acelga, kale, se pueden comer apenas salteadas con ajo, limón y un huevo a la plancha arriba. O en tortillas frías con limón y alioli, recomiendo.
◗ Melón fresco de la heladera. Prueben ponerle apenas sal y jugo de limón. Para antes de almorzar. Tiene más de 95% de agua. Una vez que está frío, lo cortamos y dejamos a mano y a la vista en la heladera para picar durante el día.
◗ Todas la cucurbitáceas: zucchini, pepino o sandía son ideales y estacionales. Cargan mucha agua, son frescas y se pueden combinar libremente en ensaladas, sopas, jugos y licuados.
◗ Un poco de humus y en lugar de solo comerlo con pan podemos sumar apio y pepino.
◗ En una sartén, vegetales apenas salteados, algo de especias, hacer hueco para uno o dos huevos, tapar y servir con una cucharada de yogurt natural y gotas de picante.
◗ Salmorejo, ajo blanco, gazpacho. Estas sopas frías tienen la característica de tener como sustento miga de pan o almendras y algo de vinagre para darles acidez.
◗ Todo lo que comamos durante los días de calor extremo debería proporcionar líquido al cuerpo. Tomar agua es fundamental. Algunos no toman agua a la noche para no levantarse a ir al baño, pero terminan despertándose por la sed...
◗ Mantener la última comida del día lo más temprano posible. Algo ligero: un omelette o alguna de las sopas, cuanto menos trabaje el sistema digestivo mejor porque despertarse muerto de calor no está nada, nada bueno.
Narda Lepes
Fuente: La Nación
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