Desde el triunfo de los vinos de estilo crudo que dejaron de ser una moda para pasar a ser realidad, al imparable crecimiento de los cabernet franc en el mercado.
Termina el 2021. Otro año de sobresaltos en la vida de quienes habitamos este rincón del mundo. Pasó y volvió el COVID, pasó y volvió la crisis, volvió la incertidumbre sobre la que surfeamos a diario. Pero así como las cosas pasan, algunas quedan. Es el caso de algunas tendencias que este 2021 ganaron su momentum. Puestos a pensar en qué beberemos en 2022, estas son algunas de las claves que nos dejó el año que se va.
Semillón. Está en pleno auge y cada vez son más las bodegas que lo elaboran aunque las hectáreas disponibles son pocas (640 en 2020). La razón para este reverdecer del Semillón hay que buscarla en un reajuste estilístico: más precisión en la madurez y cierta crianza que determinan un blanco de paladar untuoso y frescura, lleno de matices. Algunos buenos para probar son Nieto Senetiner Semillón 2020, El Enemigo 2019 y Zaha Semillón 2019.
Tintos ligeros. Venimos de dos décadas de tintos masticables que, en el último lustro perdió predicamento a favor de tintos ligeros. Así, entre variedades como Criolla, Pinot Noir, Cordisco y Trousseau en variedades, pero también con estilos menos extractivos de Malbec y Cabernet Franc, en la góndola hay una cantera gustativa consolidada. Buenos vinos para descubrir, son: El Esteco Old Vines Criolla Chica 2019, Aniello Viña Única 1932 Trousseau 2018 y Miras Jovem Trousseau 2021.
Vinos crudos.
Este 2021 representa el triunfo de los vinos de estilo crudo, que ya pasan de moda a una realidad de mercado. Hablamos de tintos cuya aromática y sabor es completamente primaria –frutas, hierbas y especias puras– y cuya boca ofrece un carácter desnudo. Lo que manda en estos vinos es cierto trazo primitivo que el paladar agradece, en contraste con los tintos maderizados y maduros de otro tiempo. Algunos buenos ejemplos, son: Concreto Malbec 2020, Riccitelli Tinto de la Casa Malbec 2020 y La Nave Va Malbec 2020 entre muchos otros.
Naturales & Sin Sulfitos. Parte de la misma tendencia que venimos describiendo, hacia cierta expresión primitiva, encuentra en los vinos naturales y sin sulfitos añadidos una suerte de epicentro. Si en algún momento costaba conseguirlos, hoy abundan. Tanto que incluso lograron armar una feria de este tipo de vinos en Buenos Aires, hay distribuidores especializados y consumidores jóvenes dispuestos a robarlos. Quien adore un vino clásico no encontrará nada atractivo en esta tendencia. Quienes amen los sabores puros, en estos vinos hay para descubrir: Krontiras Malbec Natural 2021, Kung Fu Criolla Chica 2021, L’Esprit de Chacayes Malbec 2021, Santa Julia el Burro 2021, son algunos.
Más Malbec. Cuando se tiene la oportunidad de probar unos 709 Malbec, como hicimos con Vinóma nos en el último Informe Malbec,uno se da cuenta que, lejos de agotarse, la variedad amplía sus rangos gustativos. Hay Malbec delgados y vibrantes y otros ampulosos y con riqueza de paladar. Asociado a terroir y a estilos diversos, marcados por cada productor, el Malbec es un mundo inagotable. El punto es que menos que la variedad importan hoy las otras variables. Así, lo que pierde de predictible lo gana en amplitud de rango. Un dato que cierra el año parece echar luz sobre lo que viene: La DOC Luján de Cuyo fue relanzada y con ella un estilo que lo hizo célebre, donde la crianza y la madurez se combinan en equilibrio. La DOC será una buena guía para quienes quieran el Malbec de buen cuerpo y taninos mullidos. Ejemplos son Luigi Bosca DOC 2020; el flamante Mendel DOC Malbec 2019 y Lagarde DOC Malbec 2019.
La ruta del Cabernet Franc.
Recuerdo que allá por 2008, cuando escribí mi primera reseña sobre esta variedad, me costó juntar diez etiquetas. En mi último reporte de Argentina caté más de un centenar. Es que el Cabernet Franc viene creciendo como sabor dentro del mercado argentino y parece ser imparable. Como hay pocas hectáreas plantadas (1352 en 2020) crece en precio. Lo importante es que este año la variedad parece haber alcanzado el momentum: muchas etiquetas con pocas botellas cada una, que aseguran penetración en el mercado. Algunos buenos son: Rutini Single Vineyard Cabernet Franc 2018, Bianchi Particular Cabernet Franc 2018, La Celia Pionner Cabernet Franc 2019, Saurus Barrel Fermented Cabernet Franc 2017 son buenos ejemplos. Ojo al corte de Malbec y Cabernet Franc que también dará que hablar.
Joaquín Hidalgo
Fuente: lmneuquen
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