El Gourmet Urbano: #VINOS 🍷 | Lo nunca visto: vino de Noruega

jueves, 12 de mayo de 2022

#VINOS 🍷 | Lo nunca visto: vino de Noruega

Un viñedo en Vestlandet, a nwf

Debido al cambio climático, países nórdicos pueden hacer algo que nunca habrían soñado

A cada uno lo suyo. Noruega es reconocida por las novelas de Jo Nesbø, la belleza del paisaje, las auroras boreales, las deliciosas patas de cangrejo real, el diseño, el mobiliario scandi y la parte que le corresponde de Abba (un 25%). Pero hablar de vinos del país nórdico era como hablar de tortilla de patata de Alaska o morcilla de Groenlandia.

Bueno, eso era hasta ahora. Una serie de pequeños viticultores noruegos se han empeñado en desarrollar vinos que desafían todas las reglas convencionales de la industria, pero están convencidos de su calidad y de que hasta podrían derrotar a los albariños, riesling, chablis, chardonnay y sauvignon blanc en concursos internacionales, siempre que se trate de catas ciegas y los jueces no tengan prejuicios. El Chateau Sognefjordes una producción de tan solo tres mil botellas (una por cepa) en la ladera meridional del fiordo del mismo nombre, el más grande y profundo del país, sesenta y un grados al norte del ecuador, a la altura de la localidad de Lillehammer, escenario de unos Juegos Olímpicos de invierno. En los alrededores de Oslo se encuentra el Lund Vinegaard, con seiscientas viñas en una ladera orientada al sudeste. Skudenest Gaard, en Sogne, es un minicultivo de diez hectáreas.

Los suelos son ricos en arcilla y minerales que dan a los vinos unos sabores originales

El avance de los viñedos hacia regiones más frías es consecuencia del cambio climático. “Hacer un vino en esta latitud es desde luego un desafío –dice Bjørn Bergum, de 69 años, el productor del Chateau Sog­ne­fjord–, sobre todo por las heladas (la temperatura media en julio es de 16ºC, y en febrero, de 1ºC). Pero el calor ha aumentado, llueve menos y tenemos la ventaja de la luz casi constante en los días de verano y de un suelo muy rico en arcilla y minerales, que dan a la uva mucho sabor y un excelente punto de acidez”. Los noruegos utilizan variedades adaptadas a su clima, como solaris, rondo, madeleine auvigne, bolero, cabernet cortis y leon merlot, en distintas combinaciones.Lo más V+

Por ahora el mercado de los vinos noruegos es esencialmente doméstico, dado que se trata de producciones pequeñas y gustos no convencionales, y también porque –según Kaare Hjorth, propietario del Rossafidja–, “los escandinavos somos muy abiertos a gustos nuevos, y nos agradan las uvas de climas fríos”. Prueba de ello es que los principales exportadores de espumosos y blancos ingleses, del mismo estilo, son Noruega (el primero, compra el 50%), Suecia (el segundo), Finlandia (el quinto) y Dinamarca (el séptimo).
Las muchas horas de sol en verano son la mayor ventaja que tienen los vinos noruegos

El vino noruego ha empezado la carrera más tarde (está más al norte), pero espera hacer el mismo recorrido que el inglés, que se ha desarrollado enormemente en las dos últimas décadas gracias al cambio climático. Tanto es así que Taittinger comercializará en el 2024 las primeras botellas del champán producido en sus viñedos del condado de Kent. Los tintos son para paladares muy particulares, pero se producen blancos decentes y algunos excelentes espumosos, como el Nyetimber, Gusbourne, Balfour y Hattingley Valley.

A pesar de su creciente reconocimiento internacional, el consumo de los vinos británicos –también los hay en Gales y, últimamente, en Escocia– es sobre todo doméstico y tan solo se exportan trescientas mil de los diez millones de botellas que se producen al año (los principales importadores son Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Suiza y los países escandinavos). En Noruega el alcohol solo se vende en los vinmonopolet (tiendas del Estado), que ofrecen 164 marcas británicas, con precios de entre 40 y 200 euros.
Noruega importa la mitad de los espumosos y blancos ingleses, del mismo estilo de los que ahora ya produce

En la misma proporción que beneficia a escala vinícola a los países fríos, el cambio climático perjudica a las regiones tradicionales entre los paralelos treinta y cincuenta, que hasta ahora se consideraba la zona ideal. Con la subida de las temperaturas, las uvas maduran antes, el grado alcohólico y de azúcar es más elevado y la cosecha se ha de realizar antes. La producción del Rin ha sufrido por las inundaciones; la de Australia, por el color, y la del valle de Napa, por los incendios.

La opinión de los críticos que se han aventurado a catarlos es que los vinos noruegos son originales y diferentes, con buen potencial. Pero que las heladas son un enemigo terrible, los peligros son considerables, y es toda una aventura.

RAFAEL RAMOS

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