A medida que crece esta tendencia en los consumidores, también crece la confusión.
En el último tiempo, sin dudas hay una creciente demanda por bebidas de bajo contenidos alcohólico o incluso sin alcohol, para ofrecer una al vino, a la cerveza u otras bebidas espirituosas. De todas formas, la categoría sigue causando mucha confusión.
Para explicar los vinos sin alcohol tenemos que decir que empieza su camino como un vino normal. Se cosechan las uvas, se prensan y el jugo se separa de las pieles (dependiendo si es tinto o blanco) y se fermentan. Durante el proceso de fermentación el azúcar se transforma en alcohol, se integran compuestos de aroma y sabor, y se extraen taninos y color.
El vino sin alcohol se produce mediante la eliminación del alcohol de este vino base que resulta, como se describió anteriormente, de la fermentación alcohólica del jugo de uva. Hay que distinguir de otras bebidas sin alcohol, en particular del jugo de uva fresco (es decir, sin fermentar), cuya producción no implica en realidad la producción de vino en ningún momento.
Desde lo legal, el "vino sin alcohol" aún no es una categoría. Genera confusión. Ya que “vino” solo puede ser utilizado en productos resultantes de la fermentación alcohólica de jugo de uva, con un contenido de alcohol de 8% vol o más (excepto para DOC específicas, Denominación de Origen Controlada, donde el mínimo es inferior a 8% vol) .
Lo que tenemos hasta hoy lo podemos encuadrarlas dentro de distintas categorías:
Lo que hay que tener en cuenta que no alcohólico no se puede usar junto con un nombre comúnmente asociado con una bebida alcohólica, en este caso vino. (La excepción, sin embargo, es para el "vino" sin alcohol derivado del jugo de uva sin fermentar utilizado únicamente para usos sacramentales).
Lo que tenemos hasta hoy lo podemos encuadrarlas dentro de distintas categorías:
- Sin alcohol: solo se puede usar para etiquetar una bebida de la que se haya extraído alcohol y que no contenga más del 0,05 % vol.
- Desalcoholizado: término utilizado para etiquetar una bebida de la que se ha extraído alcohol y no contiene más del 0,5 % vol.
- Bajo contenido alcohólico: la bebida debe tener un contenido de 1,2 % o menos y la etiqueta debe indicar claramente el contenido máximo de alcohol.
Lo que hay que tener en cuenta que no alcohólico no se puede usar junto con un nombre comúnmente asociado con una bebida alcohólica, en este caso vino. (La excepción, sin embargo, es para el "vino" sin alcohol derivado del jugo de uva sin fermentar utilizado únicamente para usos sacramentales).
Fuente: MDZ
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