No te puedes perder esta receta de paté de ajoblanco, es un aperitivo exquisito, saludable y nutritivo, y se hace en sólo cinco minutos. Es nuestra versión untable o ‘dipeable’ de la sopa fría tradicional malagueña, el ajoblanco, si lo pruebas, tendrás que repetir.
Os va a sorprender la adaptación de la receta tradicional malagueña que todos conocemos como ajoblanco, ya sabéis que se trata de una sopa fría cuyos ingredientes principales son almendra, pan y ajo. Pues no os podéis imaginar lo rico que queda el ajoblanco para untar o para dipear, lleva los mismos ingredientes, pero mucha menos cantidad de agua y es una verdadera delicia, así que no dejéis de tomar nota de la receta y probarla cuanto antes.
Este paté de ajoblanco se puede servir de aperitivo con hortalizas y frutas frescas, pepino, manzana, zanahoria, rabanitos, melón, uvas, calabaza… Aunque también se disfruta mucho untado sobre una tostada o mojando con unos picos de pan o colines. Seguro que no os faltarán ideas para disfrutar de este paté de ajoblanco, apuntad la receta del que se convertirá en vuestro aperitivo saludable favorito del verano, pero que no sea un paté de temporada porque se puede disfrutar todo el año, ¡y se hace en cinco minutos!
Este paté de ajoblanco se puede servir de aperitivo con hortalizas y frutas frescas, pepino, manzana, zanahoria, rabanitos, melón, uvas, calabaza… Aunque también se disfruta mucho untado sobre una tostada o mojando con unos picos de pan o colines. Seguro que no os faltarán ideas para disfrutar de este paté de ajoblanco, apuntad la receta del que se convertirá en vuestro aperitivo saludable favorito del verano, pero que no sea un paté de temporada porque se puede disfrutar todo el año, ¡y se hace en cinco minutos!
Ingredientes
- 30 gramos de pan de ayer
- 80 gramos de almendra entera cruda
- 1 diente de ajo pequeño
- 30 gramos aprox. de agua
- c/n de sal
- 1 c/s de vinagre de Jerez
- 30 gramos de aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Moja el pan duro con agua para que se ablande, intenta elegir un buen pan con miga densa. Como es poca cantidad de pan, enseguida estará jugoso.
Pon el pan en el recipiente de la batidora o procesador de alimentos y añade las almendras enteras crudas, queda mucho más rico con almendras enteras recién picadas que con harina de almendra.
Incorpora también el pequeño diente de ajo, el agua (mejor quedarse corto y añadir después más si hace falta), la sal, el vinagre y el aceite de oliva virgen extra. Tritura hasta obtener una crema de textura untable, prueba y rectifica si fuera necesario.
Si ha quedado demasiado ligero de textura, puedes espesar este paté añadiendo un poquito más de pan y de almendra, y volver a rectificar de sal, vinagre y/o aceite de oliva virgen extra. El toque de ajo es muy personal, así que es decisión del cocinero y de sus comensales.
Acabado y presentación
Sirve el paté de almendra o paté de ajoblanco en un bol o plato hondo. Puedes decorar con algunas hierbas o directamente con unos crudités como los mencionados antes. Cuantas más opciones des a los comensales, de más sabores, texturas y nutrientes van a disfrutar. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
Fuente: Gastronomía y Cía
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