La exportación de productos agroalimentarios valencianos a toda Europa, como naranjas, uvas, vinos y licores, sufrió un importantísimo aumento a finales del siglo XIX y principios del XX. La competencia obligó a los productores a crear una imagen de marca para identificar sus mercancías. En un mercado tan competitivo y rodeados de productos de gran calidad, la originalidad en el diseño de envases y etiquetas podía marcar la diferencia a la hora de vender.
El Edificio del Reloj del Puerto de Valencia -el lugar desde el que salían estas mercancías- acoge hasta el 6 de noviembre una exposición en la que pueden verse algunas de estas etiquetas, carteles y envases, algunos de ellos, auténticas obras de arte. La muestra recoge la creatividad de los artistas y litógrafos valencianos de la época que no solo sirvió para vender productos por todo el mundo, sino que se convirtió en una oportunidad de difundir una imagen de la ciudad, el territorio y la cultura propios.
Así, en horario de 11 a 18 horas, el icónico edificio recoge en la muestra ‘València, Porta al Disseny. Exportació dels nostres productes als segles XIX i XX‘, alrededor de 300 etiquetas, así como carteles, botellas, envases y fotografías antiguas en las que, entre otras cosas, se pueden ver las operaciones de carga de los toneles de vino a las embarcaciones que los llevarían por todo el mundo.
La exposición, que se celebra con motivo de la designación de València como Capital Mundial del Diseño 2022, dedica un espacio particular a los vinos, cervezas y licores valencianos. Así, a través de diferentes paneles podemos conocer la actividad exportadora de bodegas como Valsangiacomo -que se estableció junto al Puerto-, Vicente Gandía, Celler del Roure, Bebendos, o Cerveses Lluna.
Asimismo, podemos comprobar la creatividad de los artistas en etiquetas antiguas de vino de aperitivo, jerez, anís, ron, ginebra o brandy, entre otros; botellas de anisete, de nuez kola -presunto origen de la Coca Cola- o de licores higiénico digestivos, además de carteles de anís o uva moscatel.
Y es que la diversidad de estilos en los diseños de las etiquetas para el embalaje de naranjas fue trasvasada a otros productos como los vinos embotellados y licores. En muchas poblaciones valencianas se producían todo tipo de bebidas alcohólicas, gran parte de ellas derivadas de los cítricos, frutas y hierbas autóctonas.
No solo el vino, sino también licores secos, finos, dulces, cremas y refrescos se producían en el Cabanyal y el Grau, Xàtiva, Aielo de Malferit o Real (antiguamente Real de Montroy). Sus etiquetas repitieron los motivos de éxito de las naranjas y, como en ellas, se exhibía con orgullo el nombre y población del productor.
Con el espectacular incremento del consumo de nuestros cítricos y vinos en Europa se intensificaron los esfuerzos creativos. En carteles y etiquetas se usó tanto una imagen tradicionalista y pintoresca, con imágenes de falleras, toros o flamencas, como una exótica o moderna, con aborígenes y animales salvajes. Algunas de ellas serían consideradas, hoy en día, políticamente incorrectas.
Para convencer a los compradores se usaron los idiomas de destino, incluso los personajes tradicionales y paisajes de esos países, en un afán por estrechar las relaciones comerciales. La exportación marítima se hizo patente en el uso de motivos como veleros y vapores o mapas alusivos a las conexiones entre el territorio valenciano y otros países.
Los referentes al mundo clásico y la mitología eran parte del Modernismo y Eclecticismo del principio del siglo e impregnaron los soportes publicitarios. Hacia la mitad del siglo XX, la salud asociada a la belleza, el deporte y la infancia, centró la atención en las cualidades y beneficios del producto, que se dirigía directamente al consumidor. También se usaron referencias cinematográficas y culturales usando como reclamo personajes de la gran pantalla, el arte o la literatura universal.
Con esta exposición, de entrada gratuita, la Autoridad Portuaria de València pretender dar a conocer la importancia que tuvo y tiene el Puerto en la exportación de los productos valencianos y los diseños que los acompañan.
Fuente: 5 barricas
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