#VINOS 🍷 | Cómo seleccionar un buen vino

Panel de cata de Club BONVIVIR.Lisandro Borra

A menudo, nos preguntamos cómo elegir un gran vino cuándo existen tantas opciones en el mercado. Los expertos de BONVIVIR nos explican cómo hacen para elegir los vinos que reciben sus socios y a qué parámetros prestar atención.

Más de una vez escuchaste que “el mejor vino es el que más te gusta” y eso tiene tanto de cierto como de engañoso. ¿Por que? Porque si bien ese vino va a generarnos satisfacción, para evaluar que tan bueno es en realidad existen profesionales capaces de analizar cada aspecto de un vino y juzgar su calidad de acuerdo a diferentes parámetros técnicos. Por mencionar algunos, en primer lugar, están las enólogas y los enólogos, sommeliers y catadores profesionales.

Sucede que la vitivinicultura es una actividad que reúne profesionales con la habilidad de observar y evaluar un vino de acuerdo a sus características sensoriales y cuál será su destino en la góndola o en una lista de vinos. En este análisis se presta atención a factores de calidad como la expresión, sanidad, balance y segmento del mercado en el que competirá cada botella. En las bodegas siempre trabajan en pos lograr el mejor vino posible.

En BONVIVIR, el principal club de vinos de Argentina, por ejemplo, cuentan con un panel profesional que desde hace 12 años evalúa a ciegas cada una de las muestras de vinos que reciben de las bodegas interesadas en formar parte de sus selecciones y llegar a sus miles de miembros. “Desde que comenzó BONVIVIR para seleccionar las etiquetas que incluimos en cada una de nuestras Selecciones y Colecciones realizamos rigurosas catas a ciegas de las que pueden participar hasta 500 vinos cada año”, explica Teresa García Santillán, Gerente de Desarrollo Comercial de BONVIVIR.

Según los catadores de BONVIVIR, la cata a ciegas es el proceso más justo para evaluar y seleccionar los vinos de un modo objetivo. “En el equipo de BONVIVIR contamos con gente que se encarga de recibir las muestras, acondicionarlas en temperatura, organizarnos las catas y servir los vinos sin que sepamos cuáles son las etiquetas involucradas. Es un proceso muy cuidado con el que nos aseguramos de dejar de lado nuestras preferencias y enfocarnos solo en la calidad del vino en la copa”, detalla Alejandro Iglesias, uno de los sommeliers y miembro del panel de cata de este club de vinos.

Cada integrante del panel vuelca sus opiniones y observaciones en una planilla que también cuenta con una calificación. Para esto utilizan una escala de 100 puntos que cumple con normas de la Organización Internacional de la Viña y el Vino. Solo los vinos que superan los 92 puntos son considerados para continuar en el proceso de selección de BONVIVIR.

Cada integrante del panel califica el vino.

Ahora bien, más allá de estos aspectos técnicos para los que hay que estar entrenado y certificado, ¿cuáles son los aspectos que hay que observar para identificar un buen vino? De acuerdo con los expertos de BONVIVIR debemos prestar atención a los siguientes:

Sanidad

Lo primero que debemos comprobar es que el vino tiene aromas correctos y no presenta ningún defecto en aromas y sabores. Si bien es bajo el porcentaje de vinos que pueden presentar alteraciones siempre hay que testearlos en color - que sean brillantes -, en nariz - que huelan a vino y sus descriptores - y que el sabor sea amable al paladar sin aristas.

Expresividad

Este es un aspecto del vino clave para evaluar la calidad y debemos apreciarlo tanto en aromas como en sabor. Un vino expresivo es aquel que nos ofrece su carácter con facilidad desde la copa, es posible que algunos vinos necesiten tiempo para dar su mejor expresión, pero desde el momento que los descorchamos siempre tendrán un carácter para compartir. Esta expresión podrá ser propia del varietal, del método de elaboración o bien del origen y cuanto más profunda y precisa sea mejor es la calidad del vino.

Por ejemplo, si es un Malbec, debe desplegar aromas de frutos rojos y violetas, si fue criado en roble el carácter de especias y tonos ahumados y luego de acuerdo a su edad diferentes matices de la evolución. Ahora, si el vino es “chato en aromas” o plano en su expresión ya se comenzará a cuestionar su calidad.

Complejidad

Una vez que comprobamos que se trata de un vino con una agradable intensidad aromática y gustativa es momento de evaluar que tan complejo es. Un buen vino debe compartir mucho más que los matices primarios de la uva o los tonos amaderados del roble. Estas diferentes expresiones del vino deben integrarse para definir un carácter propio donde los descriptores contrasten y se potencien. Esto mismo debe suceder en paladar con los sabores, no puede ser unidimensional, sino que debe reunir sabores y texturas.

Ahora bien, no todos los vinos van a ser complejos, están los que son más simples o sencillos y de todos modos son ricos vinos.

Equilibrio y permanencia

Todo lo mencionado hasta ahora toma real valor cuando encontramos que los diferentes atributos del vino están en armonía en la copa, es decir, ninguno es invasivo o desvirtúa la expresión del otro. Por ejemplo, en nariz la crianza o la evolución no pueden desplazar la tipicidad de las variedades, siempre es bueno detectar aromas de frutas, hierbas o flores.

Por su parte, en paladar la armonía se encuentra cuando el alcohol, los taninos (en el caso de los tintos) y la acidez (frescura) se integran para brindar una sensación placentera. No sirve que el vino sea muy potente y tánico o con acidez punzante y dulzor extremo (aun en el caso de los vinos dulces es necesaria la acidez para refrescar el paladar). Todos los sabores y texturas del vino deben estar integrados y complementarse.

Por último, un buen vino nos ofrece un largo de boca no menor al minuto, esto significa que luego de cada sorbo sus aromas de paladar y sabores deben acompañarnos por un tiempo mínimo, nos ser efímeros.

“Obviamente que reconocer todos estos aspectos y atributos en un vino demanda tiempo de práctica y catas con los sentidos enfocados en cada degustación. Un proceso que lleva tiempo, pero cualquiera puede encarar y aprender”, concluye García Santillán. Y si el vino solo te gusta para descorchar y compartir no dejes de aprovechar las selecciones y colecciones de BONVIVIR dónde profesionales se ocupan de elegir las mejores botellas por vos.

Fuente: La Nación