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- Ya vimos que la lata no afecta tanto al sabor de la cerveza como creíamos. Pero hay otros factores a tener en cuenta a la hora de elegir el botellín de vidrio o la lata de aluminio.
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Hay quien prefiere beber la cerveza en lata y quien considera que prescindir del vidrio es casi un sacrilegio. Como suele decirse, existen tantos gustos como colores y lo cierto es que la selección de un envase u otro termina siendo más bien una cuestión de preferencias individuales. De hecho, aunque se suele decir que la cerveza en lata sabe peor, recientemente vimos que, en realidad, esta afirmación tiene un alto componente psicológico.
En ese artículo anterior de Hipertextual valoramos cómo afecta el material al sabor y la conservación de la cerveza. Pero lo cierto es que hay más factores que podemos tener en cuenta a la hora de elegir un envase u otro. Por ejemplo, la facilidad para reciclar los materiales o el tiempo que tarde en enfriarse o calentarse la cerveza.
Ambas son cuestiones muy relevantes, que quizás sí podrían hacer que la balanza se decantara hacia un solo recipiente. Aunque, incluso en este aspecto, la cuestión está bastante empatada.
¿Dónde se mantiene mejor la temperatura de la cerveza?
En 2008, dos científicos de la Universidad de Loyola, en Maryland, llevaron a cabo un estudio dirigido a comprobar cuál es el mejor material para mantener fría la cerveza. En él partían de la premisa de que la conductividad térmica del aluminio, del que están compuestas las latas, es 150 veces mayor que el del vidrio. Esto indicaría que podrían enfriarse más deprisa, pero también calentarse antes una vez que las saquemos de la nevera. Además, la pared de las latas es más delgada que la de las botellas, lo cual intensificaría esos resultados. Sin embargo, a la hora de la verdad, las diferencias no fueron tan grandes.
Y es que, tanto de forma experimental como con modelos computacionales, observaron que, al exponerse a temperatura ambiente, “las botellas de vidrio y aluminio funcionan de una manera casi idéntica con respecto a mantener su contenido frío”. De hecho, ambos recipientes mostraron un aumento de aproximadamente 15 °C en unas 2,7 horas.
Por otro lado, las simulaciones a ordenador mostraron que, cuando una lata se sumerge en un baño de agua helada, “el líquido se enfría más rápidamente que en el vidrio debido a la menor resistencia térmica del aluminio frente al vidrio”. Ese dato podría poner la balanza del lado de las latas de cerveza. No obstante, esto se contrarresta con el hecho de que, al sujetar una botella de vidrio en la mano, la cerveza se calienta más despacio que la lata. Por lo tanto, todo depende de qué sea lo que estamos buscando en realidad.
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¿Qué material se recicla mejor?
El planeta se nos va de las manos por muchísimos motivos. Mucho de lo que ocurre escapa a nuestro control y requiere de la intervención de las instituciones. Sin embargo, como consumidores, podemos llevar a cabo pequeñas acciones, como el reciclaje.
Por eso, a la hora de valorar qué envase de cerveza es mejor, no podemos dejar de lado la facilidad de reciclaje de sus materiales. Y aquí, la cosa está inicialmente igualada, aunque sí que hay un material que destaca.
Es cierto que tanto el vidrio como el aluminio pueden llegar a reciclarse al 100%. Por lo tanto, podemos deshacernos sin problema de los envases en el contenedor correspondiente. Sin embargo, si tenemos en cuenta también la energía que se ahorra, sí que hay un material que destaca. Y es que, según declaraciones a Euronews del cofundador de la compañía Cranes Drinks, Dan Ritsema, ellos optaron por la sidra en lata precisamente por la energía que se ahorra con su reciclaje.
Puesto que las latas son más ligeras que el vidrio, cuando se reciclan y se ponen en circulación, se ahorra mucha más energía. Por un lado, mientras que con una tonelada de envase en botellín se ahorran 42 kWh de energía, con latas el ahorro es de 14.000 kWh. Además, con el vidrio se ahorran 19 litros de combustible y con las latas de cerveza se llega a los 6.545 litros. Y también se tiene en cuenta el espacio que se ahorra en el vertedero, que asciende a los 1,53 metros cúbicos con el vidrio y los 7,65 metros cúbicos con la lata de aluminio.
Por lo tanto, aunque las diferencias no son abismales, sí que es cierto que, con base en la temperatura, la facilidad de reciclaje y el ahorro de energía, parece que la lata de cerveza es mejor que la botella de vidrio. Aunque tu cerebro te diga que su contenido sabe mucho peor.
Azucena Martín
Fuente: Hipertextual
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