#VINOS #ESPAÑA 🍷| Semidulces: los vinos más seductores de León

Vile La Finca

• Intensos, limpios, fragantes, así son los vinos blancos con chispa de aguja elaborados con verdejo y albarín, uva leonesa que, junto a la prieto picudo, está dando mucho de qué hablar (y beber).
• ¿Qué son los vinos generosos de licor y cuántos tipos hay?

No es nueva la moda de los semidulces en León, tampoco en otras provincias castellanas y leonesas. Este tipo de vino blanco intenso, limpio y fragante hace ya un tiempo que es dueño y señor de la hora del aperitivo. ¿O deberíamos decir señora? Porque es bastante habitual escuchar en los corrillos de bar –y recordemos que seguimos siendo la ciudad con más número de bares por habitante de España– que se trata de un 'vino de chicas'. Pero hoy hemos venido aquí a desmentir este mito, a situar esta bebida en el lugar que se merece: los semidulces son desenfadados, fáciles y sensuales, esto ultimo si atendemos a los sugerentes nombres escogidos por las bodegas para bautizarlos.

“Dulces y golosos”, así los describe Raquel Pardo, periodista especializada en vinos y colaboradora habitual de Condé Nast Traveler. “No es que sean de chicas, sino que es un vino para tomar a modo de trago muy frío, como un refresco, incluso con hielo”.

De vinos (semidulces) por León. Cedida a Condé Nast Traveler

Cuando la experta en contenidos gastronómicos y estilo de vida es preguntada acerca del motivo por el cual los semidulces son considerados como “vinos para principiantes” (de nuevo habla la barra), ella lo relaciona más bien con una cuestión técnica: “Tienen menos cantidad de alcohol porque, por lo general, no se termina la fermentación y las levaduras no consumen todo el azúcar y no lo trasforman en alcohol, por eso tienen ese dulzor y solo llegan a ocho o nueve grados”.

Puede que los vinos ‘terminados’ seas los más apreciados –por historia, cultura y precios–, pero los semidulces se presentan como la opción más acertada cuando no estamos buscando complejidad, sino un trago corto, rápido y fácil. “Tienen su ocasión, son perfectos para divertirse, como para esas tardes de primavera con calor”, prosigue Raquel, quien confiesa que este año optó por ellos durante el festival de Vintae, que dura todo el día: “Para no embriagarme, prefiero renunciar al grado y así poder disfrutar, permitiéndome echar un hielo”.

La mayoría de los vinos blancos semidulces que se elaboran en León lo hacen con verdejo; otros con la uva local albarín, compañera de terruño de la prieto picudo: "Una variedad autóctona única con en el mundo", un mantra que repiten todas las bodegas leonesas y que ya está dando mucho de qué hablar (y de beber).

“La prieto picudo es la bandera de los tintos leoneses; es más, elaborar rosados es tradición en la zona”, confirma la periodista, quien nos habla de una uva leonesa con mucha carga frutal y una acidez natural. “Pese a que son intensos –vinos muy potentes–, demuestran frescura y son agradables”. Eso sí, advierte: “No deben caer en el error de imitar a otras denominaciones próximas, como los Toro o Duero, y cargar a los vinos con madera”.

Bodega Vile La Finca. Vile La Finca

ALGUNOS DULCES Y SEMIDULCES DE LEÓN

Real Arbás Albarín: Vino de “nariz muy expresiva”, de intensidad alta, estructurado y persistente, elaborado por Vile La Finca, bodega leonesa que cuenta con dos zonas de viñedos, cuatro hectáreas con más de 80 años en Pajares de los Oteros y 54 hectáreas en Valdevimbre.
Impresiones: La bodega Palomares elabora con verdejo 100% este vino –con mucha chispa de aguja natural– de la Tierra de Castilla y León. Presenta aromas a frutas tropicales y un gusto “difícil de conjugar y fácil de disfrutar: dulce, acido, amargo y secante”.

Sensaciones: Este D.O. León, de etiqueta moderna y notas equilibradas, es una marca exclusiva para hostelería del grupo Cerlesa, empresa familiar de ámbito provincial cuyos inicios se remontan al año 1928.
Lulú: La Diputación de León le ha otorgado el premio a Mejor imagen de empresa a este vino semidulce de la variedad autóctona albarín elaborado por bodegas Vitalis.

Lulú, elaborado por bodegas Vitalis. VitalisPicardías: 

Los suelos profundos, ácidos y pobres del sur de la provincia de León dan como resultado este vino dulce y suave elaborado por la bodega Leyenda del Páramo con la variedad verdejo 100%, procedente de viñedos de más de 20 años de edad.
Antojo: En Gordoncillo, junto al cauce del río Cea, se ubican los viñedos de las bodegas Gordonzello, que dan lugar a este vino 100% verdejo sabroso, goloso, persistente y luminoso, con aromas cítricos y tropicales.
Lévore: Vinalia lleva muchas vendimias elaborando este vino blanco de aguja dulce IGP Castilla y León monovarietal vedejo con parada de fermentación por frío: “en el instante preciso, para poder llamarse vino y que a la vez tenga carbónico y azúcar natural de la uva”.

Fuente: Traveler