La extraña leyenda del cocotero que marcó el destino de los Bacardí
Cuentan que cuando Facundo Bacardí embotelló su primer ron, uno de sus hijos plantó un cocotero frente la fábrica. “La compañía vivirá mientras la planta resista”, dicen que vaticinó jocosamente el joven.
El Coco, como le llamaron, sobrevivió incendios y tormentas durante 98 años. Pero en 1960, sorpresivamente se secó.
Ese fue el mismo año en que nacionalizaron la fábrica de ron Bacardí, lo cual condujo finalmente al exilio de la familia. Entonces, lo que surgió como un juego de familia, se transformó en una leyenda popular.
Facundo Bacardí Massó (1814-1886) partió con su familia hacia Cuba desde una ciudad cercana a Barcelona, en 1830. Hijo de un productor de vinos en Tarragona, Facundo estableció su primer negocio en la Isla vendiendo licores europeos.
Junto a su esposa Amalia Moreau, invirtió más tarde en una destilería de ron en Santiago de Cuba. En febrero de 1862, nació Bacardí en una pequeña nave con techos de hojalata, tanques de fermentación y barriles de añejamiento.
Facundo experimentó con un alambique de cobre y hierro fundido, creando un ron suave y equilibrado gracias a una fórmula secreta. Atribuyó el sabor único a materias primas de alta calidad, como agua purificada de manantial, melaza en lugar de jugo de azúcar y una levadura patentada.
Hoy, en la sede de Bacardí en Hamilton (Bermudas), otro cocotero con las mismas cualidades de El Coco, perpetuando la historia de la marca.
El Coco, como le llamaron, sobrevivió incendios y tormentas durante 98 años. Pero en 1960, sorpresivamente se secó.
Ese fue el mismo año en que nacionalizaron la fábrica de ron Bacardí, lo cual condujo finalmente al exilio de la familia. Entonces, lo que surgió como un juego de familia, se transformó en una leyenda popular.
Facundo Bacardí Massó (1814-1886) partió con su familia hacia Cuba desde una ciudad cercana a Barcelona, en 1830. Hijo de un productor de vinos en Tarragona, Facundo estableció su primer negocio en la Isla vendiendo licores europeos.
Junto a su esposa Amalia Moreau, invirtió más tarde en una destilería de ron en Santiago de Cuba. En febrero de 1862, nació Bacardí en una pequeña nave con techos de hojalata, tanques de fermentación y barriles de añejamiento.
Facundo experimentó con un alambique de cobre y hierro fundido, creando un ron suave y equilibrado gracias a una fórmula secreta. Atribuyó el sabor único a materias primas de alta calidad, como agua purificada de manantial, melaza en lugar de jugo de azúcar y una levadura patentada.
Hoy, en la sede de Bacardí en Hamilton (Bermudas), otro cocotero con las mismas cualidades de El Coco, perpetuando la historia de la marca.
Lulú Rivera
Fuente: cubatel
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