El Gourmet Urbano: #CAFE ⛾ | A partir de qué edad pueden tomar café los niños

martes, 24 de septiembre de 2024

#CAFE ⛾ | A partir de qué edad pueden tomar café los niños


Esta es una duda frecuente entre los padres, sobre todo de los que tienen hijos que bordean la adolescencia

Esta es una duda frecuente entre los padres, sobre todo de los que tienen hijos que bordean la adolescencia. ¿A qué edad pueden los niños empezar a tomar una taza de café en el desayuno o pedir un frapuchino con nata para merendar en una cafetería? En general, pediatras y endocrinólogos desaconsejan el consumo de cafeína en la etapa infantil hasta por lo menos los 12 años, justo cuando entran en el instituto, se levantan antes y empiezan a quedar con los amigos. Pero esta recomendación no solo se refiere al café sino también a los refrescos de cola y las bebidas energéticas, que también contienen cafeína. Y mucha.

«De hecho, una de las principales limitaciones de los estudios que se han realizado hasta ahora para analizar los efectos del consumo de café en niños es precisamente que la principal fuente de cafeína en esta etapa no es la infusión sino las bebidas gaseosas y energéticas, por lo que es complicado establecer unas recomendaciones generales al consumo de café en los niños», aclara el doctor Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).


Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), una de las más prestigiosas a nivel mundial, no se debe tomar nada de café hasta los 12 años como muy pronto. «Y de los 12 a los 18, una taza al día –unos 100 miligramos– como máximo». Los canadienses son todavía más restrictivos y rebajan a 45 miligramos la cafeína que un adolescente debe tomar a diario, equivalente a una lata de refresco de cola.

Según los expertos, el 'problema' no es tanto la sustancia en sí como la cantidad que se toma. «De hecho, se han descrito asociaciones positivas entre el consumo de cafeína durante la etapa infantil y el rendimiento físico y cognitivo: a corto plazo se produce una mayor exaltación, mientras que a largo plazo aumenta la actividad motora, percepción e incluso la inteligencia. Sin embargo, su ingesta también se relaciona con una mayor hipersensibilidad emocional (ansiedad y depresión) y cambios en el patrón del sueño. En este sentido, insisto mucho en la dificultad de hacer afirmaciones categóricas, ya que el posible efecto beneficioso de consumir una cantidad moderada de café puede quedar ampliamente sobrepasado si se le añade cualquier tipo de azúcar o edulcorante», advierte el doctor Francisco Botella.

¡Cuánta cafeína!


  • Café: 100 mg. por taza.
  • Refresco de cola: 45 mg. por lata.
  • Monster Energy: 160 mg. en el envase de medio litro.
  • Reign Melón manía: 200 mg. en el envase de medio litro.
  • Nocco Juicy Melba: 181,5 mg. en la lata de 300 ml.
  • Burn Original: 160 mg. en el envase de 500 ml.

¿Es adictivo?


Ingerir demasiada cafeína a edades tan tempranas –solo con tomar una lata de bebida energética se duplica la cantidad recomendada– puede causar en el niño nerviosismo, insomnio, dolor de cabeza, malestar estomacal... «Con el agravante de que este consumo de cafeína suele ir acompañado de mucho azúcar», coinciden los especialistas. Un frapuccino crema con chips de chocolate, por ejemplo, contiene 52 gramos de azúcar, el doble de la cantidad diaria recomendada. Lo mismo ocurre con las populares bebidas energéticas. Una lata de medio litro puede llegar a contener hasta 75 gramos.

Además, tomar demasiada cafeína –más de seis tazas de café al día en el caso de los adultos– «puede generar cierta dependencia y su retira brusca incluso puede desembocar en un leve síndrome de abstinencia», alerta el directivo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.

¿Un descafeinado tiene cafeína?


La respuesta es sí. Muy poca, pero no es 0,0. El descafeinado, consumido habitualmente con leche, procede de unos granos a los que se les elimina, mediante diferentes técnicas, un 97% de la cafeína justo antes de tostarlos y molerlos. Su color y sabor suele ser ligeramente más suave, mientras que su valor nutricional es muy similar. Una taza de este tipo de café suele contener entre 3 y 4 miligramos de cafeína, una cantidad muy pequeña si la comparmos con el original o un refresco de cola. ¿Lo puede tomar los niños? «A partir de los ocho o nueve años no habría problema, pero nunca como sustituto de la leche y siempre sin azúcar».

Carmen Barreiro

Fuente: La Rioja

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