Esta no es la única excentricidad culinaria que Nueva York ha ofrecido recientemente. Hace un par de años una panadería sorprendió a todos con una mezcla entre croissant y donut: el “cronut”.
Primero llegó la fiebre por los “cupcakes”, luego nos presentaron una mezcla entre croissant y dona bautizada como “cronut”, y ahora, la última moda culinaria traída desde Estados Unidos es una rosquilla bañada en oro y champán por el módico precio de 100 dólares la unidad.
Dona cubierta con oro. Foto: Captura de pantalla de Instagram (Manila Social Club).
Cuando el chef Bjorn DelaCruz, del restaurante neoyorquino Manila Social Club, en el distrito de Brooklyn, añadió a su carta de postres esta exclusiva joya comestible sabía que el invento iba a causar bastante revuelo.