El Gourmet Urbano: Ana Gutiérrez (@medianagg): El agua: Alimento líquido Gourmet

miércoles, 18 de mayo de 2011

Ana Gutiérrez (@medianagg): El agua: Alimento líquido Gourmet

 


Es en Italia donde se creó hace ya varios años la Asociación de Catadores de Agua Mineral (ACAM) con el objetivo de formar a los sommeliers, educando sus paladares, para que fueran capaces de valorar y armonizar este líquido que a todas luces parece muy común, pero que tiene complejidades inimaginadas. Y en el caso del agua, es una moda que nos conviene a todos.
 
Últimamente se estila en los restaurantes más exclusivos ofrecer la carta de agua junto con la del vino. Es una labor del sommelier del establecimiento recomendar la variedad del transparente líquido más apropiada para cada comida. Y es que pensar en el agua sólo como un líquido incoloro,inodoro e insípido está muy lejos de la realidad.
 
Cada vez que disfrutemos de una experiencia gourmet debemos pensar en el agua como protagonista, ya que no podemos pasar por alto todos sus beneficios.
 
El agua de la llave está cargada de numerosos metales pesados tales como el aluminio, cadmio y mercurio; también contiene plaguicidas y cloro que podría afectar al estómago y al sistema renal, entre otros.
El agua mineral, en cambio, ayuda a eliminar las impurezas del organismo sin afectar el funcionamiento del sistema renal, evitando la formación de cálculos. Hidrata la piel, manteniéndola elástica y evitando la flaccidez, por lo cual es excelente para las embarazadas y para las que están pasando por ese momento perimenopáusico en el que las hormonas secan todo.
 
Ayuda en el proceso nutricional al transportar los nutrientes a través del organismo; es una excelente fuente de calcio, ayudando así a la prevención de la osteoporosis. No contiene azúcar, es libre de sodio asociado al ion cloruro, por lo que no afecta directamente los niveles de presión arterial; contiene magnesio que ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares y ayuda a reducir los niveles de colesterol.
 
Ayuda a prevenir el estreñimiento al aumentar la velocidad del tránsito intestinal, y al estar libre de calorías tenemos en el agua una compañera ideal en las dietas para reducir el peso y las medidas; ayuda a disminuir los niveles de estrés y mejora los síntomas de acidez estomacal.
 
Además de las ya ampliamente conocidas opciones de agua mineral -“con gas” y “sin gas”-, tenemos otras dos variedades que se situarían entre las dos primeras, que son “ligeramente gasificadas” y las de “efervescencia natural.”
 
Elegiremos el agua tomando también en cuenta el manantial que le dio origen, ya que de éste dependerá la cantidad de sodio, calcio y flúor que contenga. El tipo de terreno y el recorrido del manantial determinarán el sabor final del agua.
 
Catar agua es todo un reto, ya que las diferencias son muy sutiles, los contrastes son menores y debemos aguzar nuestros sentidos a la hora de percibir la calidad del agua. Debe servirse, al igual que el vino, en copas de cristal y someterla a los 5 sentidos.
 
Vista para verificar su transparencia; olfato para descubrir las trazas de cloro, azufre, fango, moho o grasa; gusto para valorar su impresión que es el primer contacto en boca, su intensidad que son las sensaciones gustativas que nos deja y su evolución que nos da luces sobre los sabores que se distinguen al mantener el producto en contacto con las papilas gustativas.
 
Con respecto a las armonías tenemos, al igual que en los vinos, niveles diferentes según los alimentos que vayamos a degustar. Existen aguas versátiles que acompañan muy bien a la mayoría de los alimentos; las equilibradas, que por ser más ligera se prefiere para platos delicados; y las aguas gasificadas se sugieren en el momento de los platos más fuertes.
 
Tenemos en el agua un nuevo mundo de marcas y estilos por descubrir, y un mar de ventajas para la salud, así que los invito a explorar el universo de las aguas minerales y a no olvidar, al momento de pedir ese plato especial, que debemos preparar el paladar para optimizar la experiencia sensorial que disfrutamos sólo si tomamos conciencia de cada momento. Para eso es muy importante conocer los detalles en las etiquetas del producto.
 
Hasta una próxima oportunidad.
Ana Gutiérrez
Médico-Sommelier



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