Nota de CNN México
Mientras la fiebre por el fútbol está llegando hasta las zonas vinícolas de Sudáfrica, la venta de vino sudafricano ha aumentado en los países que participan en la Copa Mundial. En cuanto a los resultados dentro del país, las vinícolas dicen que la atención del público en el torneo es fantástica para ellos.
PAARL, Sudáfrica (CNN) — "Mi camino al trabajo es el mejor del mundo”, dice sonriente el fabricante de vino de Fairview Estate, Anthony De Jager, mientras mira cómo corren sus perros por los viñedos.
El sonido de las hojas secas trituradas lo siguen a cada paso mientras camina por las filas de vid. Es invierno en Sudáfrica y la cosecha terminó. Ahora la vid descansa y sigue el ciclo de cultivo que se ha desarrollado en su valle desde hace más de 300 años cerca de Western Cape, en Paarl.
No ha cambiado mucho el panorama de las montañas y de los viñedos pintorescos, pero la fiebre por el fútbol está llegando tan alto como a este sitio y al resto del país. De Jager percibió un aumento en la venta de vinos a países cuyos equipos participan en la Copa Mundial.
"Creo que la Copa Mundial y el enfoque del mundo en este torneo es magnífico para nosotros y para nuestra industria vinícola”, dice De Jager al mismo tiempo que observa el valle. “Necesitamos esto y necesitamos poder mostrar este lado del país al mundo entero, no sólo a Sudáfrica ni a nuestra gente ni al deporte”.
No cabe duda de que los vinos sudafricanos salen beneficiados con el Mundial de fútbol. En décadas anteriores, el aislamiento de Sudáfrica durante el Apartheid rezagó la innovación y la expansión internacional de la industria vinícola, pero desde que llegó la democracia al país, los vinos nacionales se han vuelto más populares en todo el mundo.
Los vinicultores sudafricanos dicen que pueden competir con el resto del mundo desde casa, pero la situación es más compleja.
Por muchos años, el vino ha sido considerado como una bebida privilegiada para los blancos. Como Patrick Sidyiyo, el vinicultor más nuevo de Fairview, dijo: “Mi padre trabajaba en una granja de vino, pero él sólo bebía cerveza”.
Como muchas otras cosas en Sudáfrica, esto está cambiando a paso veloz. “En Sudáfrica hay mucha gente negra de clase media y creo que la gente se está sofisticando cada vez más. Esto ha cambiado mucho, y saben que el vino no está hecho para los blancos, sino para todos”, dijo Sidyiyo.
Los vinos sudafricanos tradicionalmente han sido vistos como productos de buen valor por su costo, pero no han sido competidores a nivel mundial. Ese ya no es el caso hoy en día.
“Hay una gran diversidad en nuestras zonas vinícolas”, dijo De Jager. “Cada región tiene tipos distintos, y eso los hace más intensos y aventureros”.
Sidyiyo comparte el orgullo de la floreciente industria de su país. “Creo que soy un embajador, al menos en materia de vinos”, dijo.
21 de junio de 2010
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