El vino sin alcohol, un producto en auge entre los consumidores, tiene una de sus cunas en Galicia, gracias a una empresa con sede logística en el polígono de Sergude, en Boqueixón, que inició el año pasado la comercialización del primera variedad gallega de este producto.
En concreto, el grupo Élivo lleva lanzados nueve tipos de vino sin alcohol tanto al mercado nacional como al extranjero, con una producción total que superó en el actual ejercicio el millón y medio de botellas.
Además, la firma de I+D, que dirige el biólogo Ramón Bodenlle, cuenta con trece trabajadores y prevé sacar al mercado este año 1,5 millones de botellas y lograr una facturación de 2,5 millones de euros, multiplicando casi por cinco el balance logrado durante 2009.
Bajo el nombre de Raisin D’Or, la empresa nació hace dos años en el Parque Tecnológico de Galicia, en Ourense, donde todavía mantiene el área de desalcoholización, la planta de embotellado y el laboratorio. El primer traslado al polígono de Sergude se realizó a principios de 2009, con la compra de la primera nave-almacén y también el año pasado se inició la ampliación para trasladar todas sus instalaciones y unificar el proceso en Boqueixón.
La sede de Sergude pretende ser la gran plataforma de despegue de esta empresa, según sus responsables. “Nos vamos presentando por fases. Los primero ha sido llegar al consumidor, que se está mostrando muy receptivo. En una segunda fase hemos buscado la entrada en el mercado de un producto alternativo, y hemos comprobado que el grado de aceptación es elevado. De cada diez consumdiores, el 68% lo acepta como consumo habitual y agradable”, explica Ramón Bodenlle, quien añade que aunque es mirado con “recelo” por los sumilleres, “entre los presidentes de los consejos reguladores de los vinos de Galicia y algunos bodegueros hemos tenido muy buena aceptación”.
Al margen del mercado gallego, donde se distribuye un 20% de la producción del Grupo, Cataluña y Valencia son dos zonas de expansión preferentes para la empresa. Además, los vinos también llegan a otras comunidades como Madrid, Murcia, Asturias y Andalucía, mientras que fuera de España, las variedades de la compañía se comercializaron en Japón, Canadá, Marruecos, Dubai, Marruecos y Emiratos Árabes, entre otros países. En este sentido, dos objetivos a corto plazo son Inglaterra y Estados Unidos.
PROCESO DE ELABORACIÓN
Para elaborar los distintos tipo de vino, según explican sus responsables, la empresa sigue un proceso de desalcoholización que deriva de someter los caldos a incrementos suaves y controlados de presión y temperatura, inferior a los 36 grados centígrados, lo que permite eliminar el alcohol sin alterar las demás características del producto de origen. De esta forma, según Bodenlle, “no se pierden los beneficios cardiovasculares del vino tradicional, además de tener un 80% menos de calorías, un plus importante para la salud de los consumidores”.
En relación con esto, los beneficios para la salud de los productos del grupo gallego fueron testados en el marco del proyecto Nutriterapia, impulsado por la Unión Europea para medir la calidad de diferentes alimentos.
En este sentido, se escogió la variedad gallega de esta empresa debido a que hace una selección de la uva para elaborar su producción en base a su contenido en resveratrol, una sustancia que provoca un incremento del 30% en la duración media de la vida de los ratones y las células de levadura, y un 59% de aumento en determinados peces de vida corta, según los resultados publicados hace algunos años por el profesor de Harvard, David Sinclair.
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