El domingo, 26 de septiembre se celebró el Día Mundial del Corazón, fecha en la que a través de actos, caminatas, charlas, exposiciones, entre otros, se intenta concientizar a la gente sobre los hábitos que se deben adoptar para disminuir los factores de riesgos cardiovasculares; por ejemplo, mantener el peso corporal controlado y hacer ejercicio regularmente. En esta misma línea, un grupo de cocineros y responsables de restaurantes de la Provincia de Huesca-España realizaron una mesa redonda donde conversaron sobre el hecho de que una comida saludable puede reducir hasta un 80 % las enfermedades cardiovasculares.
Muy por el contrario a lo que la mayoría pudiera pensar, este grupo de cocineros llevan tiempo apostando por una comida rica y sana. Para ellos, todos los alimentos son buenos, por lo tanto podemos comer de todo. Son enemigos de aquellos regímenes que limitan los ingredientes por considerarlos “poco adecuados”. Apuestan por una sana reformulación de las recetas sin que melle en su sabor.
Cada uno de los cocineros participantes se presentó con una deliciosa receta para demostrar que un rissotto con queso desnatado, una merluza con arroz escaldada en caldo de vainilla, una ensalada de garbanzos, un sorbete de naranja y una copita de vino nada tienen de malo. Son platos gourmet que aportan los nutrientes necesarios, dan el placer de una buena comida y encajan perfectamente en un régimen alimenticio moderado y saludable.
En la mesa redonda se expusieron ideas de gran importancia en las que se mencionaron que los ingredientes de la comida mediterránea, con el aceite de oliva a la cabeza, son los que más contribuyen al cuidado del corazón, que se puede consumir todo tipo de proteínas controlando y equilibrando un poco su ingesta semanal y que se debe aumentar el consumo de verduras, legumbres y frutas.
En conclusión: Comer saludable significa estar conciente de qué comemos, en qué cantidades y cómo lo comemos sin que esto afecte la preparación de un platillo que nos deleite el paladar. Este es el pensamiento de un grupo de cocineros españoles y, casi seguro, de muchos otros cocineros a nivel mundial. La intención es acabar con el paradigma de pensar que comer sano es comer poco y sin sabor. Nada más lejos -y más dañino para nuestro organismo- este pensamiento de lo que es realmente una comida saludable.
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