En nuestra primera reseña del Salón, les comentamos la magistral participación de la Asociación Venezuela Gastronómica en la apertura de las conferencias y actividades del SIG.
En el segundo día de estas Jornadas, la programación se realizó sin tantos inconvenientes como en su apertura y el público asistente contó con la entrega de programas de mano sobre los eventos del SIG.
Ese día nos centramos en conocer la oferta vinícola con la que las Casas Distribuidoras participan en el Salón y en las conferencias dedicadas al tema de los vinos.
Las Casas Distribuidoras presentes en el SIG trajeron una oferta con lo mejor de lo tradicional. El público ha disfrutado de las bodegas más conocidas del Viejo y Nuevo Mundo. Entre las Casas presentes tenemos la Maison Blanche, Casa que ofrece los vinos Trapiche, Pueblos del Sol, Don Pascual y Oveja Negra; Alta Cava, con Fuzión, Santa Lucía, Humberto Canale y Alta Vista; Borges y Almeida, con la cerveza Bavaria Pilsener; Bodegas Pomar, con su línea completa de vinos y espumosos; Di Masi, con Tennuta Santa Anna, Casanova, Alto Sur, Bodegas Real, Vega Ibor, Finca Marisanchez, entre otros; Bodegas Etchart; Productos del Sol, con Finca Flichman y Caballero de la Cepa y la Comercializadora Da Galare con Las Perdices, Mairena y Hacienda los Haroldos.
Todas las ponencias referente a los vinos trabajaban temas muy interesantes, lamentablemente asistir a todas era imposible, así que nos centramos en dos de ellas.
Estuvimos presentes en la titulada En busca de El Dorado a través de las burbujas organizada por Vanessa Barradas y Susana Sánchez. Agradecimos mucho la invitación personal que nos hiciera Vanessa para asistir a su conferencia junto con Susana. Un dúo que, a nuestro parecer, con mucha magistralidad, chispa y simpatía, nos brindaron un final de tarde degustando 4 joyas de espumosos.
La degustación comenzó con un Prosecco Tennuta Santa Anna, milessimato, año 2009.Un espumoso de olor a frutas frescas y refrescante en boca.
Le siguió un Pomar Brut. Un blend preparado con el método tradicional con un delicioso olor a pan tostado,que luego desprendía un olor a manzana cocida, untuoso en boca.
Un Cava fue el tercer espumoso que se degustó. El olor a mantequilla lo destaca. En boca la untuosidad finaliza con un suave sabor a uvas pasas
Cerramos la degustación con un Taittinger Brut Reserve y el característico color dorado de los grandes. Un vino con mucha elegancia y para momentos especiales.
Entre risas y burbujas, Vanessa y Susana lograron su objetivo: que el público asistente escuchó, vio y probó la diferencia del método Charmat y el Método Tradicional en los espumosos.
La otra degustación a la que asistimos fue la que tuvo como ponente a Hugo Andrés Casanova con su ponencia Pasión y devoción de los vinos de la Familia Casanova. Hugo nos ofreció una presentación de altura sobre este viñedo familiar y de cómo, a lo largo de los años y de las generaciones, se han adaptado a los cambios climáticos y tecnológicos. Fue una conferencia que nos motivó a acercarnos a Hugo y hacerle una entrevista con preguntas más concretas y que pronto presentaremos en el blog.
Los 4 vinos degustados fueron también joyas de la Familia Casanova. Comenzamos con un Linaje varietal muy fresco y suave en boca. Luego un Reserva Carmenere 2008, un vino tinto sofisticado y armonioso. El tercero fue un Antaño Varietal Plus que se destaca por ser un vino muy frutal y jovial. Finalizamos la degustación con broche de oro: Un Don Aldo Premium, vino muy complejo a frutos maduros, de taninos aterciopelados y equilibrados.
Muy difícil poder asistir a todas las actividades referidas al vino. Nos hubiera encantado tener la habilidad de la oblicuidad para nutrirnos de los conocimientos que gentilmente nos ofrecieron los expositores y hacérselas llegar. Sí debemos comentar que chocaba el salir de las conferencias para encontrarnos en un ambiente nada diferente al Vino Toma Caracas: mucha gente “bebiendo y caminando alegremente”.
No es grato -para quién conoce el objetivo y el esfuerzo de los ponentes en transmitir el conocimiento culinario- observar como se desvirtúa el evento del SIG. Cerramos esta entrega con la esperanza de que, el próximo año, los organizadores tomen este punto en cuenta y no desvíen los esfuerzos por atraer a más público.
Hay eventos, como el SIG, en el que se debe medir al público asistente para que transmita lo compartido en estas jornadas más que llenar un espacio con mucha gente que “pierde la idea del evento” entre copa y copa .
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