Descorchando una historia
Sirvámonos una copa
Esta región ofrece al visitante una diversidad de playas en pequeños y tranquilos poblados, muchos de los cuales se transforman, en período estival, en centros de diversión, cultura y gran gastronomía en base a productos del mar, destacando, entre muchas otras, las empanadas de mariscos y los ostiones en sus diversas preparaciones. Para el postre, unas papayas chilenas (no la tropical) al jugo o cualquiera de las frutas de la estación, son 100% recomendadas.
La historia de Chile señala que a esta región llegaron las primeras vides traídas por los conquistadores españoles y en donde hoy encontramos a la Viña Francisco de Aguirre, una de las más antiguas de Chile, por lo que podemos estar seguros de que esta entrada norte de la vitivinicultura chilena goza de una larga tradición.
Vitivinícolamente hablando, esta región se subdivide en tres valles, formados por los ríos que nacen en la Cordillera de los Andes y desembocan en el Océano Pacífico: los valles de Elqui, Limarí y Choapa, todos valles con varios microclimas que le otorgan una gran posibilidad de ofrecer diversidad de expresión, en los que la producción de Syrah de clima frío tiene gran importancia.
El valle de Elqui es la parte más al norte de esta región, muy cercana al desierto de Atacama, el desierto más árido del mundo, por lo que los días soleados acá son una constante. Si la zona costera de la región ofrece a los veraneantes un día nublado, subir hasta el valle de Elqui es una excelente alternativa para no olvidar que se está disfrutando del calor del verano. Se destacan los viñedos plantados a una de las mayores alturas de todo el país, así como buenas alternativas de Sauvignon Blanc y Chardonnay que, junto a otras variedades, son producidos por viñas como Falernia, Mayú y Cavas del Valle. Es además una zona muy atractiva para los amantes de los temas esotéricos y de extraterrestres.
El Valle de Limarí ha ganado fama gracias a sus bien logrados Chardonnay provenientes de los viñedos de Viñas como Tamaya, Francisco de Aguirre, Ocho Tierras, Maycas, Tabalí, Agua Tierra, entre otros, con un gran mix de productos, algunos de ellos certificados orgánicos. Para turistear hay museos y petroglifos que dan cuenta de un pasado con nuestras culturas prehispánicas como la Diaguita. Otras alternativas para los visitantes son recorrer el Parque Nacional Fray Jorge e ir a descansar a las Termas de Socos.
Como se darán cuenta, no sólo vino se produce en esta región, hay mucho más que ofrecer y una de las estrellas es que fruto de la destilación del vino se elabora el Pisco chileno, un destilado transparente, aromático y versátil que se puede mezclar con lo que ustedes quieran y que atrae hasta sus instalaciones las visitas de turistas nacionales y extranjeros. Ya les contaré mas del Pisco chileno en una próxima nota.
Para concluir, les puedo garantizar que cualquier vino o producto de este valle, que degusten bajo las miles de estrellas que permite observar uno de los cielos más cristalinos del mundo, será sin duda una experiencia inolvidable.
¡Salud!Hasta la próxima.
Paola Vásquez
Coordinadora Nacional de Vinos
Prochile – Chile
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