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Por naturaleza nuestro organismo es totalmente moldeable a todas las situaciones y condiciones a las cuales podemos someterlo, y es por ello que muy fácilmente, si establecemos rutinas de ejercicio diario, mantendremos una resistencia física acorde con un estado de salud pleno. Ocurre así también con el metabolismo corporal.
¿Qué es el metabolismo?
Son un conjunto de reacciones bioquímicas que permiten descomponer todo nutriente para su posterior utilización en donde sea requerido.En estas reacciones bioquímicas intervienen tanto macronutrientes (proteínas, carbohidratos y lípidos) como micronutrientes (vitaminas y minerales), así como también el calor.
Mientras nuestro metabolismo corporal se encuentre acelerado o, mejor aún, activado de manera adecuada, todos aquellos procesos que se dan internamente se verán favorecidos y por ende nos encontraremos en condiciones aptas para realizar múltiples actividades y estar sencillamente en equilibrio.
¿Cómo logramos mantener un metabolismo corporal activado?
Aquí es donde se establece la importancia de comer hasta seis veces al día, rutina de alimentación en donde entra la figura de la merienda. No necesariamente tienes que realizar meriendas copiosas, puesto que ello, en caso contrario a lo que quizás estés acostumbrado, puede crear resistencia en ti. Mejor es realizar meriendas que te aseguren un aporte continuo de nutrientes que sean favorables para tu cuerpo.
La importancia de hacer hasta seis comidas al día radica en que es más beneficioso para tu cuerpo recibir continuamente nutrientes que constantemente mantendrán el metabolismo al trote y con ello permitirás estar más activo y no caer en el tema del exceso de peso. Por supuesto, hacer entre cinco y seis comidas al día implica que debes mantener un consumo de alimentos adecuado a tus necesidades energéticas, ya que si las mismas en su totalidad son copiosas, caso contrario a mantener un peso adecuado a tu estatura y activar tu metabolismo, lo que generarás es sobrepeso y reversión del metabolismo.
¿A qué me refiero con todo esto? Sencillamente a que debes llevar un control en el consumo de los alimentos que decidirás consumir respecto a las cantidades y para ello siempre será recomendable que lo lleves, al menos al principio, con un Nutricionista. Te cito un ejemplo para que puedas ver más claramente a qué me estoy refiriendo:
Desayuno: 7:30 a.m.
- Sándwich de pan blanco o integral con jamón de pavo y queso mozarella.
- Jugo de naranja natural.
- Infusión de flor de Jamaica.
Merienda: 10:00 a.m.
- Yogurt descremado con cereal.
Almuerzo: 1:00 p.m.
- Filete de pollo al grill.
- Papas al vapor con romero.
- Ensalada Capresa.
- Jugo de parchita.
Merienda: 4:30 p.m.
- Ensalada de frutas (preferiblemente sin cambur, mango ni uvas)
Cena: 7:00 p.m.
- Atún natural con tomate y vinagreta de cilantro.
- Tortillas o wraps para acompañar.
Merienda:
Esta última merienda se realiza en caso de ser necesario y dependiendo de las necesidades energéticas, costumbre o plan de alimentación de la persona.
El plan de alimentación que anteriormente te detallo es un claro ejemplo -sin hacer referencia a las cantidades porque las mismas van a estar establecidas de acuerdo a las necesidades nutricionales de la persona- de cómo pueden estar estructuradas las meriendas dentro de un plan de alimentación.
Como siempre comento con mis colegas, compañeros de trabajo, amigos y familia, todo es cuestión de costumbre. Siempre va a ser un poco “cuesta arriba” acostumbrarse al cambio, pero imposible para nada es. Lo más importante de todo esto es que estructurando tu alimentación bajo este esquema podrás continuamente mantener activado tu metabolismo, y continuamente tu cuerpo quemar calorías, utilizar adecuadamente los nutrientes que requiere y evitar también el depósito innecesario de carbohidratos y lípidos en los tejidos, situación que promueve el incremento de peso corporal.
Otros factores que pueden ayudar a acelerar tu metabolismo son las diferentes merengadas o suplementos que puedes encontrar en establecimientos comerciales, también son válidas. Lo importante de todo esto es que, ya sea cualquiera de las dos alternativas que tomes (obviamente recomiendo la alternativa de un plan de alimentación debidamente estructurado), es fundamental que mantengas una rutina de ejercicios o actividad física constante y un aporte de agua continuo.
Esta actividad física no tiene que ser aquella en la que te “destruyas”, hablando en sentido figurado, en un gimnasio o escalando montañas haciendo rappel, no. Sencillamente puedes optar por hacer ejercicios cardiovasculares a diario (caminata, trote, bailoterapia, aerobics, taebo, etc.), los cuales te aseguro que te ayudarán a mantener tu metabolismo activo y evidentemente al mantener éste acelerado, así podrás mantenerte en un peso adecuado.
Atrévete a brindarle bienestar a tu organismo, activa tu cuerpo y mente. Disfrutarás así, como buen Gourmet, la energía máxima del movimiento.
Alix Waleska Escalante
Nutricionista
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