Esta semana la gran mayoría comienza las actividades rutinarias, y con ellas la búsqueda de soluciones prácticas, rápidas y sanas para llevarlas a cabo. Una que tiene prioridad en estos primeros meses es la alimentación, tanto de los adultos como de los más pequeños, quienes en vacaciones hicieron de las suyas con la comida navideña. Poner a los reyes de la casa nuevamente en el carril no es fácil, pero contamos con la ayuda de Nadyra Muhammad, quien durante el año pasado nos ofreció información útil para la alimentación de los más pequeños.
En esta oportunidad les presentamos una entrevista que la Revista Libre le hizo a Nadyra. En ella, Nadyra explica sus comienzos en este blog y ofrece un resumen de las ideas más importantes que ofreció en sus escritos. A nuestros nuevos seguidores les recomendamos leer sus anteriores escritos con calma, les aseguramos que encontrarán soluciones muy buenas para poner en práctica si sus pequeños son de “mala boca”, como solemos decir. Y para quienes ya la conocen y siguen, Nadyra arranca con nuevos tips y recetas a partir de la semana que viene, enfocados en un primer inicio a las cenas de los pequeños.
Mientras tanto, disfrute de esta entrevista y de los consejos que ya pueden aplicar desde ya con los pequeños gourmets de la casa
Un Cuento Con Final Feliz
“Muchacho mala boca” dice la abuela cuando el niño frunce el ceño frente al plato de brócolis.
No es un secreto que en la mesa, cuando hay niños chiquitos, el reinado se lo lleva la cajita feliz y su promesa de frituras y juguetes de moda, los niños no tienen la culpa de que el brócoli sea insípido y parezca más un pequeño y triste árbol que un apetitoso alimento. La mala alimentación infantil que puede derivar en niños con sobrepeso u obesos, es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Según cifras de esta organización, en 2010 había 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo. En muchas casas la hora de la comida puede convertirse en una verdadera batalla, una larga lucha en la que los niños dispuestos a vencer son capaces de ponerse morados aguantando la respiración, llorar y llorar y seguir llorando hasta que sus padres agotados sucumben y dejan de lado el plato balanceado. Así pasaba en casa de Nadyra Muhammad, psicopedagoga, y la que emprendía la batalla era su pequeña hija Natalia. “Yo podía mantenerla en su silla de comer hasta media hora para que se comiera la sopa sin dejarme manipular con el llanto, en lugar de entender que lo que me estaba diciendo era que su barriguita ya estaba llena”, cuenta Nadyra, para quien el drama en la mesa comenzó luego del primer año de su hija. Nadyra confiesa que el problema lo creó ella el día en que comenzó a obligarla con el propósito de que comiera vegetales y evitar que sufriera sobrepeso. “Creé un problema mayor porque en lugar de enseñarla a comer bien la enseñé que comer es horrible”, agrega. Nadyra no se rindió y pasó de ser un cuento de ogros y llanto a una historia de aventura con final feliz.
Platos de cuento
“Una noche estaba preparando el almuerzo del día siguiente y se me ocurrió cortar la carne de Natalia en forma de tortuga y ya que tenía una tortuga pues puse la ensalada como si fuera la grama, una flor de puré de papas y lo completé con un sol de plátano. Ese fue el primer almuerzo decorado de Natalia. La verdad es que cuando ella lo vio se sonrió pero no se entusiasmó mucho, no me hice grandes expectativas. La sorpresa grande fue cuando me entregaron en el colegio el plato del almuerzo casi vacío, yo no lo podía creer”. Desde entonces cada noche Nadyra inventa una historia que decora con varias figuras en un plato de comida balanceada. “Ya Natalia come de todo: granos, carne, pollo, pescado y cualquier vegetal cocido. Los vegetales crudos son un poco más difíciles para los chiquiticos, pero ese junto con las frutas picadas son mi próximo reto”, cuenta Nadyra, agregando que su fuente de inspiración son los mismos cuentos que le dice a su hija y siempre trata de utilizar figuras con las que Natalia se sienta identificada.
Mamá bloguera
Lo que comenzó siendo una actividad en casa que compartía con sus amigos y familiares en Facebook, terminó convirtiéndose en un texto semanal que publica en el blog de gastronomía elgourmeturbano.blogspot.com. Ahora Nadyra le dice a tantas otras mamás que pasan por esta situación que no están solas. “Confieso que el día que se publicaba el primer artículo pensaba que sólo iba a leerlo mi mamá, jamás pensé que el público que visita con frecuencia un blog de este estilo estuviera interesado en un ama de casa que escribe sobre sus peripecias para que su hija coma bien”. No sólo su círculo de allegados leen sus artículos: su experiencia publicando en la Web ha derivado en una serie de preguntas y comentarios de personas de todo el continente. “Me da mucha satisfacción saber que mis escritos están ayudando a otras mamás a que no pasen por lo mismo que yo y que de alguna modesta manera estoy contribuyendo a que hayan menos personas con sobrepeso en un futuro”.
Nayari Rossi Romero | nayari.rossi@expressgrafica.com
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