Estos intérpretes en el caso de la Bebida del Café, se conocen recientemente como Baristas. Profesión u oficio definido y valorado, en principio por lo italianos, y en la década del 2000, reconocidos por el mundo profesional de los “cafés especiales”, a través del Campeonato Mundial de Baristas, cuya iniciativa surgió para refinar el consumo de cafés en los establecimientos especializados, mercadear marcas, y por supuesto, darle el protagonismo que se merecen los hombres y mujeres que se apasionan por la elaboración comercial de bebidas a base de café. Un Barista, se hace profesional con la práctica diaria. No vale solo la teoría, cursos o certificaciones comerciales. Eso sería solo el inicio. Se requieren meses de trabajo detrás de una Barra, interactuando con el consumidor, afinando la técnica, para poder interpretar y expresar la diversidad de calidades en una bebida.
En Venezuela, tuvimos la dicha de consumir cafés de alta calidad de manera inconsciente. Fue hasta finales de los años 90´, que en nuestros hogares, lugares de trabajo, panaderías y areperas, disfrutábamos de granos de excelente calidad. Si hacen un ejercicio de memoria, recuerden ese aroma que se percibía al preparar el café en la mañana en nuestro hogar… De ahí surgió aquel jingle: “Por el aroma, yo lo sé”… Era, uno de los primeros momentos de placer para comenzar el día. Ya se ha demostrado científicamente, que ese aroma “agradable”, estimula la producción de endorfinas en nuestro cerebro y produce placer e induce el buen humor. Este antecedente histórico en la memoria gustativa del venezolano, nos diferencia y distancia en mucho de nuestros vecinos productores. Me atrevo a asegurar por experiencia propia, que desde Canadá hasta Argentina, no ha habido una tradición (masiva) tan privilegiada y diversa como la nuestra, a la hora de tomar café. De ahí, el eslogan: “Negrito, con Leche o Marrón”…
Es cierto, que con la profesionalización (reciente) y la proyección de los Baristas, existen establecimientos comerciales dónde podemos encontrar cafés que van de buenos, exóticos, famosos, y por supuesto, de calidades extraordinarias. Pero en promedio, ningún país de América tuvo esa tradición histórica reciente de haber tenido en el mercado nacional, al alcance de todos, a precios “populares”, calidades promedios muy buenas, y hasta excepcionales. Las razones; desde que comenzó la era petrolera, nunca llegamos a exportar más del 40% de la producción nacional. Hasta hace una década, la gran mayoría de nuestras cosechas eran solo granos maduros y se secaban al Sol. La Industria nacional contó con la maquinaría de torrefacción o tueste de última generación. El empaque usado, protegía al café del oxigeno y preservaba sus cualidades aromáticas. Los métodos de preparación eran buenos.
Ahora el café, es quemado. Aceitoso. Rancio. In-consumible. Fue una de las “influencias” italianas. El tueste –mal llamado- italiano.
A pesar de ello, nos toca la tarea de rescatar esa tradición de consumidores privilegiados. Seguimos contando con una producción nacional que se puede recuperar en unos cinco años, si comenzamos con una campaña de promoción, educación y mercadeo de nuestros cafés a nivel nacional.
En este contexto, los Baristas, serán los protagonistas para llevar ese mensaje. Cautivar al consumidor con cafés de alta calidad. Influenciarlo con las bondades del Café en la Salud, para que se vuelva más consumidor. Mostrarle la diversidad de cafés de orígenes, variedades y calidades, para que se haga exigente y apasionado por la bebida. Lucirse con preparaciones excitantes, para que haga de la bebida de Café un momento de placer…
Nosotros, ya comenzamos a rescatar nuestra caficultura en Biscucuy, y vamos por Chabasquén. En Mérida, ya existe La Ruta del Buen Café, y en Caracas, comenzamos a deleitar al consumidor con Cafés de Orígenes... Recientemente llegamos a Puerto Ordaz. Pronto tendremos nuevas cafeterías con nuestras marcas. Cada día, cautivamos a más consumidores…
Rubén Alí Gozaine
Cafeológo
rubnal@yahoo.com
No hay comentarios. :
Publicar un comentario