El vino es un producto que se fabrica y se distribuye hacia una población mundial que no entiende de vinos. Entender esto es fundamental a la hora de elaborar y comercializar el vino
El consumidor que "no entiende" de vinos es ante todo, un consumidor de vinos. Por tanto es una persona que disfruta el vino en si mismo y disfruta la experiencia de tomar vino, sin preocuparse de los tecnicismos. El consumidor "no entendido" de vinos, lo admite sin ningún tipo de vergüenza y se enorgullece de ello.
La mayoría de los consumidores de vinos del planeta son consumidores "no entendidos", que orientan la decisión de comprar y consumir vino en base a una experiencia cognitiva, emocional y situacional.
Asimismo, la mayoría de consumidores "no entendidos" de vinos se caracterizan por un desinterés voluntario a la hora de valorar las características del vino. Es decir, no saben y no les interesa conocer aspectos técnicos del vino (cuestiones enológicas, cata de vinos, sumillería,...). Esto no implica falta de cultura, simplemente no les interesa.
A la hora de comprar vino, su decisión de compra se fundamenta en atributos extrínsecos al propio vino, como el precio, la marca, la imagen o el origen del vino.
También son personas proclives a seguir modas y nuevas tendencias, y se dejan recomendar por "entendidos", prescriptores, medios de comunicación, guías o simplemente recomendaciones de amigos o familiares.
Por último, dentro de los consumidores "no entendidos" existe un grupo de consumidores habituales de vino que, pese a su condición de "no entendidos", se sienten atraídos por la cultura del vino, asumiendo más las formas que los contenidos.
En el polo opuesto se encuentra el consumidor "entendido" de vinos, que cuenta con experiencia como consumidor de vinos y conocimientos técnicos, lo que le permite manejar criterios propios de elección.
El consumidor entendido de vinos, elige los vinos atendiendo a su criterio personal, más allá de marcas, modas, precios o imagen. Valora el vino, se interesa en saber como es "por dentro", como ha sido elaborado y posee cierto carácter de superioridad lo que le lleva a infravalorar el criterio de prescriptores, guías, medios de comunicación, u otros entendidos como él.
Le interesa el aprendizaje, desea enriquecer su acervo cultural y realiza un mayor esfuerzo en la búsqueda de "un buen vino", lo que lo lleva a visitar tiendas especializadas o comprar directamente a las bodegas, desechando medianas y grandes superficies.
Fuente: vinogallego.com
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