Se pierden determinadas cualidades, especialmente las básicas, los aromas y los gustos, pero se gana en la sensación de frescor. El café frío refresca y quita la sed, siempre y cuando no lo tome con azúcar.
Pero si lo quiere tomar así, con azúcar, hay preparaciones que son muy atractivas ¿Quiere saber algunas? Una de ellas es el simple café helado, que se elaboran con café expresso largos de café, echándoles cantidades mínimas de azúcar blanca o de azúcar morena. Se conservan en la nevera y son típicos de los días de calor italianos. Cafés con su cafeína, estimulantes, azucarados y con un sabor de fondo atenuado.
Otro café frío para tiempos de verano y de calor es el café batido y hielo. Para hacerlo, necesita una coctelera, pero cualquier medio similar puede valerle, porque de lo que se trata de es de mezclar los componentes ¿Cuáles? Café, azúcar y hielo picadito. Recuerde que ha de servirla en vaso largo, ¿vaso obrero, vaso de tubo? sí, por ejemplo.
Esta forma de prepararlo con escarcha o hielo picado tiene la ventaja de que conserva todo el sabor del café desde el principio hasta el final, desde el primer sorbo hasta el último. Si empleáramos cubos de hielo, el agua del hielo iría incorporándose lentamente aportando sabores variables en función de su concentración en relación con la del café.
Por último, otro café frío muy interesante es el café granizado. Café con hielo picado, con algo más de azúcar, bastante si se quiere, también vaso largo y una pajita para tomarlo como refresco. Sólo varía la proporción de azúcar.
Ahí tiene varias oportunidades para su café de cafetera en el centro de trabajo, para su café en la oficina, para tomar café de otra manera, para beber café y desmarcarse de los calores. Frío, frío.
Fuente: el Café.es
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