El Gourmet Urbano: 4 novedosas tablas de cortar que vas a querer en tu cocina

lunes, 9 de diciembre de 2013

4 novedosas tablas de cortar que vas a querer en tu cocina

Hasta el cocinero más improvisado cuenta con una superficie para cortar sus verduras y carnes. De plástico o de madera, conoce las más lindas y prácticas del mercado.

Cuando hacemos las compras de utensilios de cocina, solemos buscar platos atractivos, vasos de cierto tamaño y hasta elegimos de qué material queremos el mango de los cubiertos. Pero tardamos apenas unos segundos en seleccionar una tabla de picar.

 

Podemos dudar entre comprar la de madera o la de plástico, pero no mucho más. Sin embargo, existen decenas de diseños innovadores de tablas que son eficientes para el chef y agradables a la vista. Estas son las 4 más novedosas del mercado.

La divertida


Splash Cutting Board es, sin dudas, la más divertida de todas. De lejos, parece una mancha de tomate que ocupa la mitad de la mesada. Es ideal para colocar en el borde, pero puede transformarse para usarla como una tabla tradicional. Se consigue a 15 libras online.

 

La práctica


Mocubo es perfecta para los que cocinan a las apuradas. Debajo de la tabla de bamboo hay tres containers a los que se puede arrastrar lo que cortes inmediatamente, separado y listo para la ensalada o la sartén. Cuesta 40 dólares.

 

La higiénica


Los que pasan horas fregando sus tablas de cortar para que queden relucientes van a adorar la Joseph Joseph Index Chopping Board. Consiste en cuatro tablas de plástico contenidas en una caja de acero inoxidable. Cada una está rotulada según para qué ingrediente debe ser usada: vegetales, carne, pescado y otros. Está disponible en Amazon a 60 dólares.

 

La prolija
The Obsessive Chef Cutting Board es, como su nombre indica, el utensilio para los obsesivos. Los que acaban de empezar y necesitan instruirse o los que son muy prolijos con su juliana, van a querer tener esta tabla urgente en su cocina. Podrán hasta medir los centímetros de sus bastones de zanahoria con la precisión de un químico en un laboratorio. Cuesta alrededor de 20 dólares.

 

 

Fuente: Planeta Joy

 

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