LA gente se sorprende cuando al iniciar mis charlas sobre el vino de Jerez afirmo que trabajo en una industria del placer. Es una buena manera de comenzar haciendo reflexionar a los asistentes. Bien entendido, es totalmente cierto; el vino no es un producto de primera necesidad, no lo bebemos para saciar la sed, sino para satisfacer nuestros sentidos. Podemos decir que el vino es un producto 100% hedonista, por lo que tiene de disfrute terrenal y espiritual, complaciendo el cuerpo y alimentando el alma.
El consumo responsable de vino no es un consumo de moles de alcohol. Es mucho más, por eso tradicional y culturalmente se une a conceptos de socialización, celebración y buena gastronomía en nuestra dieta mediterránea, que lleva milenios de convivencia con este producto exquisito, considerado durante siglos elixir de dioses.
Además, en este aspecto de ingesta alcohólica que su consumo lleva inevitablemente aparejado, los vinos de Jerez tienen una enorme ventaja frente a muchos otros vinos: son tan expresivos y potentes, aportan tal complejidad y sensaciones en boca, que con muy poca cantidad de vino, la experiencia se puede alargar minutos enteros.
Es decir, nos da mucho más disfrute por menos ingesta de alcohol, por lo que no hay que estar continuamente bebiendo. Vinos por lo tanto especialmente 'generosos', en el sentido menos reglamentario de la palabra.
El consumo de vinos livianos e insípidos que debemos refrescar continuamente, o de otras bebidas fermentadas con menor graduación alcohólica, frecuentemente confunden al consumidor haciéndole creer que su consumo es más sano por su menor grado alcohólico, y normalmente abocan a utilizarlos casi de saciantes de sed haciendo, por la cantidad consumida, que la ingesta de alcohol sea finalmente mucho mayor.
Celebremos, en este año 2014 de reconocimientos para el sector vitícola y bodeguero jerezano, que la región haya sabido mantener la tradición secular de afinar sus vinos en un largo proceso de envejecimiento en madera que los vuelve exquisitamente complejos y diferenciados, haciendo que lo que llegue a nuestra copa sea el delicado resultado de muchas décadas de buen hacer en la viña y en la bodega. Por eso gustaron, por eso gustan y por eso gustarán.
CARMEN AUMESQUET / JEFA DE PROMOCIÓN / DEL CONSEJO REGULADOR
Fuente: diariodejerez.es
No hay comentarios. :
Publicar un comentario