El Gourmet Urbano: Brownies: receta clásica, trucos y variedades

miércoles, 21 de enero de 2015

Brownies: receta clásica, trucos y variedades

Con el chocolate como protagonista, el brownie es un delicioso bizcocho que admite diversos ingredientes y marida muy bien con otros elementos, como helados, mermeladas y cremas

 

Imagen: viperagp

 

El brownie es un postre típico de Estados Unidos que podría definirse como un pastel de chocolate individual, más aplanado que esponjoso. Al igual que los cupcakes, se ha extendido con rapidez por otras cocinas del mundo. Quizá el secreto de su éxito en la repostería internacional se deba a que su principal ingrediente es el chocolate. De hecho, su nombre tiene mucho que ver con él, ya que brownie hace referencia al color marrón ("Brown") que tanto distingue a este dulce. Pero, sin duda, su principal característica (y la que lo diferencia de un pastel o bizcocho al uso) es que no lleva levadura en polvo. A continuación ofrecemos algunas recetas para hacerlo en casa y combinarlo con otros elementos, como helado, mermelada, frutos secos o yogur natural.

 

 

Los básicos: cómo hacer un brownie tradicional

Existen muchas versiones del brownie: de chocolate y chocolate blanco, de galletas Oreo, de crema de cacao, de café... Y también hay múltiples ingredientes que pueden incorporarse a la receta, ya que combinan muy bien con la textura y el sabor del bizcocho. Frutos secos, mermeladas, yogur, plátanos, dátiles o fresas son solo algunos ejemplos. Asimismo, al preparar este postre, tenemos otras alternativas, además del horno. Los brownies se pueden hacer con mayor rapidez en el microondas y con la Thermomix. El brownie tradicional se prepara con los siguientes ingredientes: 200 g de chocolate amargo (si puede ser, chocolate negro al 70%), 175 g de mantequilla, 130 g de harina, 320 g de azúcar, 3 huevos y 100 g de nueces. La receta es muy simple:

  • Troceamos el chocolate y lo fundimos al baño María junto con la mantequilla.
  • En otro recipiente batimos los huevos y los mezclamos con el azúcar (será más fácil si lo hacemos con ayuda de una batidora).
  • Una vez que obtengamos una textura homogénea, añadimos poco a poco la mezcla de chocolate y mantequilla fundidos. Mezclamos todo, utilizando para ello una cuchara de madera.
  • Colocamos la harina en un bol amplio y allí vertemos, poco a poco, nuestra mezcla. Mientras la incorporamos, mezclamos con la cuchara. El resultado, pasados unos pocos minutos, ha de ser una masa densa, envolvente y sin grumos.
  • Incorporamos ahora las nueces, aunque antes de hacerlo, las pasaremos por harina. Esto evitará que se vayan al fondo del brownie durante la cocción.
  • Precalentamos el horno a 180ºC. Mientras coge temperatura, untamos con mantequilla una fuente de horno de tamaño medio (30 x 25 cm es una medida adecuada). Vertemos nuestra mezcla y, cuando el horno esté caliente, introducimos allí la fuente, a media altura.
  • El brownie tardará alrededor de media hora en hacerse. No obstante, la mejor manera de asegurarnos de que está cocinado es pincharlo con un palillo. Si el palillo sale limpio, significa que el bizcocho está hecho.
  • Sacamos del horno en cuanto esté cocinado. Dejamos reposar durante 10 minutos antes de desmoldar y pasar a una rejilla, donde debe terminar de enfriarse antes de que lo probemos.

 

Otras versiones de brownies

Hay brownies para todos los gustos... siempre que nos guste el chocolate, claro. Entre las variantes podemos encontrar los brownies de galletas Oreo, que sustituyen el chocolate amargo por las galletas, o los brownies de Nutella (o Nocilla), que sustituyen el chocolate por crema de cacao y cacao en polvo. En ambos casos, la cantidad de azúcar que se utiliza es menor, ya que tanto las galletas como la crema son alimentos azucarados.

Por supuesto, es importante recordar que los ingredientes básicos de estas recetas (harina, mantequilla, azúcar y chocolate) convierten a los brownies en un postre delicioso, pero calórico. Su contenido en azúcar y grasas es muy elevado, de modo que se debe consumir en pequeñas cantidades, aunque la tentación sea grande. También podemos probar con un brownie light. El sabor y la textura no son iguales a los del brownie tradicional, pero se le parecen bastante.

Si queremos elaborar un brownie light, necesitamos los siguientes ingredientes: 5 cucharadas de cacao en polvo, 25 ml de aceite, 50 g de harina, 15 g de sacarina, 2 huevos, 100 gramos de ciruelas pasas (o de uvas pasas) sin hueso y unas gotas de esencia de vainilla. Para prepararlo, batimos los huevos junto con la esencia de vainilla y añadimos allí las ciruelas o las uvas pasas. En otro bol, mezclamos el cacao, la harina y la sacarina. Añadimos a esta mezcla el aceite y los huevos batidos con vainilla y mezclamos todo hasta conseguir una pasta uniforme y sin grumos. Untamos una fuente de horno con mantequilla, vertemos en ella nuestra mezcla y cocinamos en el horno (ya precalentado) a 180ºC, durante media hora. Esperamos para desmoldar y luego dejamos enfriar antes de consumir, como en la receta del brownie tradicional.

 

Los mejores acompañamientos para el brownie

El brownie, como hemos visto, admite múltiples variantes que podemos explorar según nuestros gustos. Su sabor intenso a chocolate nos permite comerlo solo, sin necesidad de añadirle nada más, como si fuese una porción de bizcocho. Sin embargo, para quienes gustan de los contrastes de texturas, de sabores y temperaturas, existen unas cuantas posibilidades.

Entre ellas, están el brownie con melocotón en almíbar, que además podemos espolvorear con azúcar glass al servir, el brownie con mermelada (de fresa o de naranja, dos estupendas opciones) y el brownie con sirope (de chocolate o de fresa, entre otros).

Las texturas cremosas de las natillas, los helados y los yogures maridan muy bien con los brownies. El helado (mejor de crema) nos dará un contrapunto de temperatura, mientras que el yogur, si es natural, aportará un punto ácido muy interesante para complementar el dulzor del bizcocho. Las natillas, por su parte, aportarán un toque de humedad a la masa del brownie. Un buen ejemplo de ello es el brownie sobre crema de vainilla, una delicia para el paladar.

 

LAURA CAORSI

 

Fuente: Eroski Consumer

 

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