Su nombre es en realidad Michael Jackson pero no cantaba ni bebía Pepsi, bebía cerveza y es lo que hacía para ganarse la vida. Viajó alrededor del mundo probando cervezas y escribiendo sobre aquellas que más le hacían disfrutar, un trabajo muy duro, pero alguien tenía que hacerlo. Y por ello siempre será conocido como The Beer Hunter, el cazador de cervezas.
Michael Jackson uno de los personajes cerveceros del siglo XX
Tal fue su calidad humana y su influencia en la cultura cervecera, que años después de su fallecimiento en el año 2007, se sigue lamentando con profundo pesar tan irreparable pérdida. Quizás no fue la primera persona que empezó a hablar de cerveza en términos de estilos, ni fue la primera en tratar esta cultura como un disciplina seria, pero consiguió acercar al gran público cervecero sus conocimientos, adentrándose en las diversas tradiciones con explicaciones claras y concisas. En 1977 publicó la primera guía de cervezas, en la que se reunían gráficos y definiciones de los diferentes estilos cerveceros existentes en el mundo.
El interés por esta manera de clasificar las cervezas tuvo un comienzo casual, durante un viaje a Holanda, allá por finales de la década de los años sesenta. John Lennon y Yoko Ono se habían encamado en favor de la paz mundial en el hotel Hilton de Ámsterdam, el submarino amarillo era todo un éxito en las tiendas de discos y la gente lo cantaba en los bares, pronunciando “We all live in a Jelle Submarine” en homenaje a un primer ministro holandés de la época. Durante un carnaval, la fecha del año en la que los habitantes de los Países Bajos se desinhiben por completo.
Portada del libro Great Beer Guide
Después de haber tomado unas cuantas pintas de una conocida Lager autóctona, fue cuando un hombre disfrazado con una máscara de Lennon le ofreció beber de un cáliz con una cerveza que desprendía un fuerte aroma y era muy oscura, con desconfianza la probó y al momento sintió toda una explosión de sabor.
El hombre de la máscara al ver su cara de satisfacción, preguntó si era de su agrado, y por supuesto Michael asintió con contundencia. Entonces el hombre le dijo que se trataba de una cerveza trapense, elaborada por monjes en una abadía, y si aquello realmente le gustaba, estaba en el país equivocado. Le dijo que podía encontrar un autobús cerca que le llevaría unos kilómetros tras cruzar la frontera del país vecino. Después de este encuentro se separaron y ya nunca llegó a saber quien era el hombre con máscara. De modo que a la mañana siguiente, resacoso y desaliñado, hizo caso del consejo, viajó hasta Amberes, y su vida cambió para siempre.
Portada del libro Ultimate Beer
En esa primera visita descubrió que no todas las cervezas eran Pilsen en la Europa continental, y entonces se dio cuenta de que Bélgica ya poseía una amplia denominación de estilos de cerveza, como él nunca había podido imaginar. Probó De Koninck, Duvel, las Westmalle Dubbel y Tripel, y una Gueuze sin identificar, asombrándose con cada trago, según cuenta él mismo en su legado. Imagino que después de aquel largo fin de semana, la cerveza le supuso una pasión mayor que su otras dos grandes pasiones, hasta entonces: escribir, la cocina y el deporte del rugby. Era un amante del Jazz y de los buenos sabores, y supo combinar a la perfección su excelente prosa con el amplio análisis sensorial y organoléptico, para poder ofrecer a los amantes de la cerveza y el whisky todas sus anotaciones de la manera más gráfica y sencilla posible.
Su trabajo ha servido y servirá de inspiración para largas generaciones de cerveceros de todo el mundo. La importancia de haber clasificado las cervezas según sus estilos se refleja en ámbitos tan importantes como el Beer Judge Certification Program (BJCP), integrado por algunos de los jueces internacionales más reconocidos, que utiliza estas pautas para evaluar las cervezas. Cada año los maestros cerveceros siguen los estilos cerveceros definidos para la elaboración de sus recetas, que beben cientos de miles de personas. Incluso llaman a sus cervezas con los nombres originales de aquellas elaboraciones tradicionales que reproducen, y que tal vez nadie conocería si no fuese gracias a The Beer Hunter y a aquel hombre con la máscara de John Lennon.
PD. Las fotos tienen sus respectivos derechos de autor
Fuente: Humulus Lupulus
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